《1》

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Abrazo sus pequeñas piernas con serenidad, miro neutral a los demas niños que lloraban abrazados y solos en una esquina.

Unas mujeres entraron y agarraron a algunos niño saliendo de allí.

Ella cerro sus ojos pacifica y decidió descansar pero se exalto cuando sintió una delicada mano tocar su hombro.

-estas bien? -parpadeo al ver a esa bella joven rubia ante ella, le sonrió con suavidad y tomo su pequeña mano con dulzura -ven conmigo.

Sin saberlo esa bella mujer fue quien la salvo del infierno.

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-Aine, él es el segundo príncipe de obelia, claude -la pequeña rubia miro serena al príncipe ante ella.

La hermosa Diana estaba tomando su mano con suavidad y la miraba con amor. Ella era su adorada hermana menor.

Aine ladeó la cabeza sonriendo levemente.

-gracias por cuidar de mi hermana, príncipe claude.

El rubio de 14 años miro sereno a la niña de 10 años, su cabello era corto y rubio, sus ojos eran violetas, tenia un aura serena y amable. Se parecía a diana pero él sabia que ellas no tenían ningún lazo sanguíneo.

-...lavanda -miro fijamente sus ojos violeta dejando confusas a las rubias.

El príncipe ahora lo entendió, cuando conoció a Diana olió una leve fragancia dulce, no sabía de quién era.
Pero sabía que esa fragancia no era de ella.

Ahora lo sabía, esa dulce fragancia a lavanda era de esa niña.

Su aroma le gusto desde el principio.

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Su pequeña mano acarició su cabello dorado y él suspiro sintiéndose aliviado.

Aún cuando estaba cubierto de sangre ella lo seguía mirando con amabilidad.

La guerra terminó, acabó con sus enemigos, terminó con el sufrimiento de Diana y ahora era el único heredero al trono. Él sería el emperador de obelia.

-....todo acabo -abrió sus ojos al escuchar el vacío en la dulce voz de la menor.

Miro sus ojos violeta llenarse de soledad y se volvió a arrepentir por haber destinado a diana a la muerte. Ahora estaba sola, como él.

Se sentó con cuidado y la abrazo oliendo su corto cabello.

-....te entregaré mi palacio con tal de que no tengas esa mirada en tus ojos -ella se sorprendió pero sonrió divertida negando suavemente.

Fragancia a lavanda. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora