Fragancia a lavanda.

《5》

-Atthy quiere saber sobre la tía Aine, siempre tuviste el cabello corto?, qué te gusta hacer?.

Siguió sonriendo a pesar de las miles de preguntas de su curiosa sobrina.
Había ido a visitar a la princesa, la cual fue corriendo hacia ella cuando se enteró de su visita.

Las dos estaban en el living del palacio rubi y por primera vez la pequeña Atthy había ignorado los dulces para centrarse en su tía.

Era un shock para su nana y su escolta.

-calma pequeña tenemos todo el día para charlar, respondiendo a tu primer pregunta, sí, siempre tuve mi cabello corto y lo que me gusta hacer mmm~ me gusta leer, dibujar, pero sobre todo plantar flores y algunas hierbas, la mayoría de mi tiempo siempre estoy en los jardines cuidando de las flores.

La rubia menor se sentó a su lado viéndole con toda la atención del mundo.

Athanasia en verdad tenía curiosidad por ella.
Era un personaje que jamás apareció en la novela y no sabía absolutamente nada de ella.
Además de que esa persona desconocida tenía que ver con los protagonistas principales de la novela y de su propia vida.
Ella pertenecía a su familia, su historia, la historia de sus padres y de los que la rodeaban.

-tía, qué significa tu nombre?.

-significa resplandor aunque también he escuchado que significa pequeño fuego.

-...tía, tú también bailas como lo hacía mi mamá?.

Ante la mención de Diana, lily y felix miraron preocupados a la oji amatista.
La princesa apretó sus labios nerviosa y preocupada, no era tonta como para no darse cuenta que hablar de su madre era algo delicado tanto con Claude como con Aine.

-sé algo de danza, pero no soy tan buena como lo era tu madre, ella brillaba como el fuego cuando bailaba, estoy segura que si tú decides aprendes a bailar tendrás el mismo brillo que tu madre, después de todo su esencia está en ti -cerro uno de sus ojos cuando su tía acarició su mejilla con suavidad.

Un pequeño sonrojo surgió en sus mejillas y sonrió alegré.

En la tarde estuvieron hablando sobre las cosas que les gustaban a las dos, lo que aprendieron y lo que querían aprender que futuro.

Pero Athanasia no volvió a tocar el tema sobre su pasado o sobre Diana.
Porque cada vez que lo hacía los ojos de Aine se llenaban de soledad y tristeza y eso estrujaba el corazón de la princesa.

Parece que la princesa tenía el mismo hábito de su padre.
Odiaban ver triste a Aine, pero la joven oji amatista debía de sacar a la luz toda su tristeza en algún momento.

-"es igual de curiosa que tú".

Miro con suavidad el cabello dorado de la menor, la cual dormía a su lado con la cabeza en su regazo.
Ella acariciaba su cabello con suavidad mientras miraba su rostro.