Gestos que unden

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Llegó el lunes y fui al instituto con mi hermano. Al entrar en clase vi a Coco y me sonrojé, mi amor por él cada día aumentaba sin que yo puediese hacer nada para evitarlo. Le conté mi sueño a Magda y le resu´ltó muy cómica la cosa, la verdad es que un poco sí lo es... jajaja. Yo compré unas bengalas (no sé si se escribe con b o con v disculpadme si lo pongo mal); y fuimos Magda, Esther, Nadia, Laura, la hermana de Laura, Jorge, COCO y yo. Fue bastante divertido la verdad, yo aprobecchaba este tipo de ocasiones para acercarme un poco más a él. Y así es, este año nos hemos acercado muchísimo, el año pasado apenas hablábamos.

  Pasaron los días y my sister (una de mis mejores amigas) me dijo que iba a intentar juntarme con él,... la cosa no fue muy bien que digamos. Esa misma semana por la mañana Magda me dijo: te tengo que contar algo malo. Yo me preocupé, y con razones... Cuando llegué al insti Magda me lo contó, a Coco le gustaba my sister (lo siento mucho pero no diré su nombre). Esas palabras me destrozaron y lo peor en el recreo acompañamos a Coco que iba a pedirle salir. Lo más bonito es que como le daba muchísima verrgüenza pedirselo... ¡pues se lo pedí yo de s parte! Ella cerró el puño y levanto el pulgar esa acción me acabó de undir. Le dije a Coco: 'ha dicho que sí'. Y tras esto me fui. ´Durante el día no me acuerdo de lo que hice pues no presté atención a nada excepto a mis pensamientos.

  En casa me puse a escuchar música, oí mi lista de reproducción entera un par de veces. Pero la música no me hacía el efecto de siempre, normalmente la música me alegra y me hace ver todo de otro modo pero ese día no. Ese día mi dolor era tan grande que la música no podía curarlo, me pasé la tarde llorando. Recuerdo que alguna u otra lágrima me cayó en mi cuaderno mientras hacía los deberes. Y es que el amor es así. Uno no puede decidir de quién enamorarse ni obligar a nadie a que te quiera. El amor es dolor, pero también felicidad porque un abrazo de la persona adecuada puede hacer que todo merczca la pena. Un beso puede hacerte sentir la persona más especial del mundo.

  Pero yo no me iba a rendir. Todas las relaciones tienen su fin y nadie apostaba ni un duro por ellos la verdad. Y aunque no esté bien decir esto, iba a esperar al fin de la relación para poder tener mi oportunidad.

Una cosa llamada amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora