Coco y yo hablábamos todos los días, pero siempre como amigos y poco a poco mis esperanzas se iban desgastando como las rocas con el aire... Triste pero cierto, yo sabía que él no me quería; no obstante me engañaba a mí misma. Un viernes recuerdo que era, yo estaba con Regaliz y Patricia. Habíamos estado hablando juntas del tema, y me aconsejaron que hablara con él definitivamente y solucionáramos nuestra situación. Le escribí una carta en la que ponía todo, él me puso: ''Pero es que no me gustas´´, yo le contesté: ''pero dicen que el roce hace el amor...´´. A lo que él respondió, dando fin a nuestra incómoda conversación: ''pero no puedo salir contigo si no me gustas, fijo que no querrías eso..´´
Al leer eso me di por vencida, Regaliz decía que siguiese intentándolo pero ya no había manera ya había soltado la última esperanza esa que tanto me había costado mantener en mis manos. Total, ¿para qué? ¿Para volver a sufrir como siempre? Esas eran preguntas que ni yo me podía responder.
Los días pasaban como horas y cada vez pensaba más en Coco aunque debo reconocer que donde hubo fuego siempre quedan las cenizas, es inevitable. Él y yo ya casi ni hablábamos yo me deprimí bastante pero siempre saco una sonrisa por muy cruda que esté la cosa, para mí es imposible no sonreir aunque las situaciones sean críticas. Recuerdo el año pasado, estuve en el hospital por un cólico. No paré de reirme en toda la tarde (a pesar del dolor y de tener una vacuna en el brazo).
Yo ya me había olvidado de él después de una semana o así, aunque seguía algo triste estaba muchísimo mejor. Y así fue como se iba otra de mis ''historias de amor´´. Pero también hubo más, y las que habrá... Pero eso dejémoslo para otro capítulo.
ESTÁS LEYENDO
Una cosa llamada amor
Teen FictionUna historia de amor verdadera. Desearía que todo el mundo lo supiera. Ojalá el amor fuera tan fácil como: Se quieren