Lost in translation

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Una vez que bajaron del tren, caminaron por la estación con sus maletas, los cuales en ese momento solo les dificultarían el recorrido.

– Dame tu bolso, vamos a dejar nuestras cosas en un casillero... espero que haya alguno – dijo Yoongi un poco desorientado.

– Bueno pero... ¿no planeabas quedarte? ¿No prefieres registrarte en el hotel en el que te quedas y dejar tus cosas allí?

– Es que así perderíamos tiempo. No te preocupes, en el momento en el que te venga a dejar me llevo mis cosas.

Una vez que ya habían dejado sus cosas, se fueron, solo se quedó él con su abrigo amarrado a la cintura y ella con una pequeña mochila.

– ¿Cómo te llamas? – preguntó Yoongi. No se había dado cuenta de que en todo ese tiempo no le había preguntado su nombre.

– Soy Audrey.

– Y yo Min Yoongi, por cierto.

– ¿Entonces no te llamas Suga? – rieron.

– Claro que no. Ese no es un nombre real siquiera. Es mi nombre artístico.

– Audrey también es mi nombre artístico. Mi nombre real no es muy creativo.

– Oye, ¿a qué te referías cuando dijiste que podías ser mi traductora? Yo podría sobrevivir con mi inglés.

– Ajá. No podías formar dos frases hace un rato.

– Y tú sabrás mucho.

– Hablo inglés mejor que francés de hecho. El francés se me hace fácil pero todavía estoy aprendiendo.

– Entonces, ¿no eres de aquí?

– No.

– ¿Eres de Estados Unidos?

– Tampoco.

Yoongi estaba confundido y se veía adorable, y ahora sí le sorprendió más que dominara tantos idiomas, siendo que él solo dominaba uno.

– ... ¿Inglaterra? – ella no sintió que debía burlarse, así que solo atinó a sonreír.

– Soy de ______, pero como estudio aquí, vivo con mi hermana.

– Entonces para variar, también hablas español.

– Sí.

– Y, ¿no conoces esta ciudad?

– No... – pensó que en algún momento le preguntaría eso – Perdóname si pensabas que podía hacer de guía – se desilusionó pero no lo mostró.

– No te voy a decir que no lo pensé, pero no importa. Podemos recorrer lo que podamos hasta que tengas que irte. Si quieres podemos buscar algún lugar donde quieras ir.

– ¿En serio?

Hasta él se había sorprendido. Yoongi no era de las personas que hablaban mucho, y menos preguntarle a otro que no fuera su hermano lo que quería hacer. Sí, ella era alguien con quien quería hablar, y sentía algo por ella, pero no quería pensar en eso.

– Sí. ¿Por qué? ¿Tiene algo de raro?

– No sé, es que... eres una celebridad y pensé que querías conocer la ciudad y yo te acompañaba...

– ¿Solo para traducirme? No. Yo te pedí que vinieras conmigo porque de verdad creo que eres interesante. Mira, haz de cuenta que no soy famoso. Soy extranjero, me llamo Min Yoongi, y vine a visitar a un amigo, ¿qué te parece?

Ella sonrió y asintió. Sí le había preocupado que le hubiera pedido estar con él solo por interés, pero después de todo ella ya había aceptado acompañarlo. De todos modos, se conmovió con lo que le dijo.

– Entonces, ¿a dónde?

– ... Quisiera ir a... una tienda de discos.


No me gusta mucho poner el "_____", pero no se me ocurre un país, así que lo dejo a elección del lector.

Just One DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora