Just One Day

Young & Lovely

Audrey era una chica de 18 años que estaba yendo a Toulouse el cual quedaba al sur de Francia, ella estudiaba artes visuales, literatura e idiomas en la universidad allí. Sus padres no habían querido que lo hiciera porque no creían que el arte sirviera de algo aunque no se lo decían y además que si quería estudiar idiomas, podía especializarse en pedagogía para llegar a ser profesora de inglés, eso le sugerían sus padres; pero ya que su hermana mayor estaba viviendo allá, le preguntó y su hermana arregló todo de modo que ella pueda estudiar allá y vivir con ella.

Entonces Audrey había ido a París por cuestiones académicas, pero además sabía que BTS se iba a presentar allí y que no podría asistir al concierto. BTS y su hermana mayor habían sido de gran apoyo cuando decidió que quería ser artista visual, por eso no hizo caso a sus padres.

Ella no era en realidad la mayor fan del universo, solo los quería ver como cualquier otro admirador. Por eso, aunque pensó que a su lado podía estar sentado Suga, decidió no molestarlo, fuera él o no.

...

– Disculpa, ¿hablas inglés?

La chica volteó a verlo y le sonrió.

– Sí, ¿en qué puedo ayudarlo?

– Lamento molestarte pero... ¿tú sabes dónde está...? – Ahora el problema es que su inglés no era muy bueno. Estaba a punto de rendirse pero...

– ¿De dónde es? – le preguntó ella mientras él seguía intentando formar la primera frase.

– De Corea.

La verdad es que una vez que aprendes a hablar un idioma adicional al tuyo, aprender otro se vuelve mucho más sencillo. Ella pasó toda su etapa del colegio aprendiendo inglés. Después de eso, le gustaron los idiomas y decidió que quería hablar otros. Gracias a su interés por Corea y BTS, aprendió a hablar coreano. Y el francés se lo estaba enseñando su hermana, el cual estaba resultando ser el idioma más fácil hasta ahora.

– Ah, yo sé hablar coreano, no soy la mejor pero creo que será útil.

Le resultó muy extraño que supiera, era demasiada coincidencia. Aún así, se sintió aliviado.

– Sí... Lamento molestarte pero, ¿de casualidad sabes dónde queda la cafetería del tren? Si es que tiene.

– Sí, es por allá atrás.

– Gracias... – miró el libro que estaba leyendo – ¿Qué estás leyendo? – No quería parecer mal educado solo preguntando dónde quedaba tal lugar, ya que sintió que fue una suerte que ella supiera su idioma y que al menos debía invitarle un café. Además claro estaba que le simpatizaba.

– Es, Steppenwolf de Hermann Hesse. Ya lo había leído antes pero lo encontré en francés.

Yoongi le sonrió – Mira... – dudó un poco en decir lo siguiente – Voy a la cafetería y no sé si me pudieras guiar y tal vez que me siguieras hablando de tu libro. Además, te compro un café, si quieres.

Ella lo pensó un poco y terminó accediendo.