Todo empieza con una palabra.

25 2 0
                                    

- Ah, por fin, llegue.

- Álvarez-san, dejamos sus cosas dentro de la casa, espero que esté feliz con nuestro servicio. Si ya no requiere nuestros servicios nos retiramos.

- No, ya no los nesesito, muchas grasias. Ya pueden irse.

- Ohh...aaaa..., casi lo olvido, antes podría firmar esto.

- Claro. Aquí tienen.

- Grasias, con su permiso, nos retiramos - los dos hombres de la mudanza me saludaron con mucha timides y suvieron al camión para irse.

- Perfecto, por fin. Al fin estoy en japón. No te alegra Haru, este es nuestro nuevo hogar - yo alsando a mi hijo con recién 5 meses entramos a la casa.

- Ah, ya llegamos, te gusta Haru, no es lindo - Haru bostezo y por eso lo lleve suave mente a la cuda en el comedor.

- Ah - Haru estiró su pequeñas y delicados brazos y se quedó dormido en la cuna, era como un pequeño angel.

- Aaaaaaaaaaa, que hermoso es. Bueno, no tengo tiempo que perder, está casa no se limpiara sola - empecé a limpiar toda la casa, que a pesar de ser una casa nueva, estaba muy sucia. La casa tenía dos pisos y era demaciado grande, que podian vivir una familia de 10.  Venia con un hermoso patio que estaba descuidado.

DESPUES DE 4 HORAS

- Ah, ¡por fin termine!, perfecto - Termine de limpiar, al fin, el lugar que parecía sucio y oxidado por el polvo, regreso a ser nuevo y limpio de cuando fue echo - Bueno, aún esta el sol,  para preparar la sena, voy a tomar una siesta de 1 hora - me acosté en el sillón para dormir una hora, cuando mi celular sono con mucha fuerza, enojada conteste.

- ¡¡QUIEN ES TAN MOLESTO PARA DESPERTARME EN MI SIESTA DE 1 HORA!!.

- AJaaaajajajjaa - una vos empeso a reírse y de inmediato supe quien era - ¡AH!, Camilo, lo siento no sabía que eras tú y estaba dormida, soy un montruo cuando tengo sueño.

- Jajaja, esta bien, aunque me gritaras, me gusta mucho escuchar tu vos. Me pone muy feliz.

- Que bueno. Ah, parese que no soy la única que está contenta de oirte - Haru se despertó y fui a alsarlo - Oye Haru, mira es tu padrino que te quiere saludar.

- Hola Haru, soy yo tu padrino, ah me imagino lo lindo que eres......... - se escuchó otra vos que interrumpió la vos de Camilo.

- Señor gusta otro tinto o.... - se interrumpió.

- No, está bien, lo mismo de siempre y listo - dijo Camilo por el telefono.

- ¡eeeeeeeee!, Camilo por casualidad no estarás tomando en un bar o si.

- ¡Eh!, bueno me atrapaste, si estoy en un bar, estoy esperando a alguien. ¡EH!, ¿Zafiro estas molesta?

- ¡¡CLARO QUE LO ESTOY!!, COMO TE ATREVES A TOMAR MIENTRAS ESTAS HABLANDO CON MIGO Y HARU, NO QUIERO QUE EL PADRINO DE MI HIJO SEA UN ALCOHÓLICO - yo le gritaba a Camilo por el celular y fue tan fuerte que por el celular todos los del bar me escucharon gritar.

- Perdon por el ruido, es solo una vieja amiga que me esta regañando, y Zafiro perdon, no te enojes - Dijo Camilo mientras se disculpava con los clientes del bar y con migo por el celular. Y me siguio hablando - Es sólo que me quiero divertir un poco no te e visto por 5 meses y debo desir que e estado muy aburrido.

- Esa no es escusa para lo que estas haciendo. En verdad estas haciendo esto, sólo paso un año desde que se fue, en serio lo que ases está bien - Camilo se quedó callado por 1 minuto.

Madre imparableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora