Capítulo 14 - NUESTRA FELICIDAD

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NUESTRA FELICIDAD


Meses después.


María había salido a dar una vuelta con las chicas, con Sara, Maca y María y yo cada vez estaba más nervioso. No sabía cómo iba a reaccionar, solo espero que le guste. Termino de colocar el último cojín y voy hasta la puerta para echar un vistazo y ver que todo está en orden.

Sonrío y voy escaleras abajo para terminar de sacar la cena del horno. Miro la mesa puesta y termino de colocar las servilletas. Me apoyo en la encimera cruzándome de brazos esperando a que María llegue a casa.

Al cabo de unos minutos la puerta de casa se abre y Rome sale al encuentro de la persona que ha llegado a casa.

- Hola pequeñín – oigo que dice María – Me encantaría agacharme pero el pequeñajo no me deja – dice y me río ante la situación.

Oigo unos pasos y la chica más preciosa del mundo aparece ante mis ojos. Sonrío al verla así de radiante, con la barriga de embarazada y solo pienso en la hora de ver la carita de mi hijo.

María alza la mirada y me ve apoyado en la encimera, me sonríe y después mira la mesa preparada para la cena y se queda sorprendida.

- Hola amor – me dice acercándose a mí.

- Hola cariño – le respondo y la atraigo hacia mí agarrando mis manos en su cintura.

- ¿Y todo esto? – me pregunta sorprendida pasando sus brazos sobre mis hombros.

- ¿No puedo prepararle la cena a mi futura mami? – la pregunto mientras acaricio la mejilla.

- Claro amor – me dice sonriendo – solo que me parece extraño – me dice.

Me acerco a ella y la beso con calma, disfrutando de la sensación de tenerla, de sentirla.

- Vamos a cenar – le digo al separarnos.

- Sí, vamos – me dice sonriendo.

Pasamos la cena entre risas y besos, compartiendo lo que hemos hecho durante el día. Terminamos el postre y veo su cara, su satisfacción al terminar con el pastel de chocolate, todo lo que tenga que ver con él, le encanta y eso que ahora con el embarazo no puede tomar mucho.

- ¿Vas a decirme ahora el motivo de esta cena? – me pregunta alzando las cejas.

- ¿Por qué tiene que haber un motivo? – le respondo con otra pregunta.

- Porque estás nervioso, no paras de mover la pierna – me dice riéndose.

- Vale, me has pillado – dejo de fingir porque sé que ya no sirve de nada – Tiene un motivo, es una sorpresa – le explico - ¿Me acompañas? – le pregunto mientras me levanto de la mesa y le tiendo la mano.

AMOR ETERNO 3 || INCENDIOS || MARCO ASENSIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora