Circuit Breaker | Chankai (Traducción al Español)

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El blanqueador es todo lo que puede oler, pero frota, con las manos y las rodillas, hasta que el piso brille, tan limpio que puedan comerlo si realmente lo desean.

También frega las paredes, todos los accesorios del baño hasta que todo reluce, casi cegador por su limpieza.

Cuando Jongin abre la puerta, Chanyeol está recostado contra la bañera, con los ojos cerrados.

—Hola, — dice Jongin, y Chanyeol respira profundamente aire fresco antes de abrir los ojos. — ¿Qué estás haciendo?

—Limpiando, — sonríe Chanyeol.

—Oh, — dice Jongin, devolviéndole la sonrisa por un segundo antes de mirar hacia abajo. —Chanyeol, oh Dios mío.

— ¿Qué?, — ​​Pregunta Chanyeol.

Jongin se arrodilla junto a él y toma las manos de Chanyeol entre las suyas. Ahí es cuando Chanyeol realmente se da cuenta.

—Bebé, — dice Jongin con preocupación mientras mira por encima de la piel ampollada. — ¿Qué estás haciendo?

—Solo quería limpiar las cosas, — dice Chanyeol.

—Bueno, hiciste un buen trabajo, — dice Jongin, mirando alrededor por un segundo, —pero te lastimaste.

—No duele, — sonríe Chanyeol, mirando la gentil forma en que Jongin lo sostiene, la forma en que sus dedos bailan a lo largo de los de Chanyeol.

—Quédate aquí, — dice Jongin. —Traeré los hidrogeles.

—Está bien, — dice Chanyeol. — ¿Me vas curar todo?

—Sí, — dice Jongin mientras se levanta, aplaudiendo. —No más limpieza para ti.

—Está bien, — dice Chanyeol.

Jongin se va, y Chanyeol lo mira irse, mirando el espacio vacío dentro del marco de la puerta hasta que regresa, con los hidrogeles en sus manos. Se arrodilla frente a Chanyeol, toma las manos de Chanyeol entre las suyas.

—Ten más cuidado, tonto, — dice Jongin, aplicando hábilmente los geles que se forman de manera inteligente en sus nudillos, enfriándose e injertando instantáneamente.

—Está bien, — dice Chanyeol, pero no puede decir que le importa esto: ama cuando Jongin lo cuida.

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Su gerente de turno se acerca, y apenas se da cuenta, sigue escribiendo rápidamente en su pantalla táctil. Cambia y arrastra las líneas una vez que están donde deberían estar. Se acumula en sus pantallas, las que lo envuelven, y puede perderse tan fácilmente así, y es difícil salir, es difícil ver algo además de la necesidad de seguir.

—Chanyeol, — dice el gerente, sacudiéndolo por el hombro, apenas lo suficientemente fuerte como para sacarlo de sus pensamientos.

— ¿Sí?, — Pregunta Chanyeol, quitándose las gafas, los números se desvanecen en azul en sus periféricos.

—Vas demasiado rápido, — dice. —Necesitas reducir la velocidad un poco.

—Bien, — dice Chanyeol. —Lo haré.

—Apreciamos el esfuerzo, — dice el gerente, —pero estás progresando demasiado rápido.

Chanyeol vuelve a ponerse las gafas, ya de vuelta al trabajo. Apenas se da cuenta cuando el gerente se va, para indicar a alguien más.

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El apartamento está vacío cuando regresa, y mira a través de todas las habitaciones solo para verificar. Mira en la habitación de Jongin, y le sorprende lo vacío que se ve. La mayoría de sus cosas se han trasladado constantemente a la habitación de Chanyeol, ocupando un espacio que una vez estuvo vacío, tomando la mitad de la cama de Chanyeol como suya. Chanyeol sonríe pensando en eso, en lo dispuesto que está de compartirlo.