Es curioso como te puedes encariñar de una persona sin verla.
Para mi AmBerBEE fue el primer usuario en línea a las cuatro de la mañana en víspera de navidad que encontré, en esos momentos solo buscaba con quien jugar.
Nunca creí que esa persona lle...
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Rose llegó la mañana siguiente con algo parecido a una mochila pero más delgada.
—Sigue siendo una mochila —comenté nervioso.
—Niño no me desvele toda la noche para que ni siquiera lo intentes —gruño molesta.
Bufé y espere a que funcionara.
Con ayuda de mi padre coloqué las bolsas en la mochila y saco los tubos por el hueco, la mochila era mucho más delgada y firme pero aún así se veía.
—¿Qué tal? —preguntó sonriendo.
—Bueno es más delgada pero ahora parece que tengo goroba —contesté— esto no va a funcionar mejor le llamo.
—Espera ahí —me detuvo.
Ella sacó de mi closet una de mis sudaderas la cual me quedaba enorme y es que solo la utilizaba cuando era obligatorio.
Al ponérmela el problema se resolvía pues ya no se veía, sonreí y la abracé.
—Gracias —dije sincero.
—No hay de que —respondió al abrazo fuerte— ahora una vez que cambies los sueros tienes cuatro horas después de eso empezarás a sentirte mal y procura no recargarte.
—Lo tengo —contesté feliz.
—Y tienes que prometerme que nos avisaras si te empiezas a sentir mal, el más mínimo mareo, dolor de cabeza o cualquier cosa —ordenó.
—Lo haré —acepté— gracias.
Ella besó mi frente y me dejó ir.
Mi padre me llevo hasta el parque que estaba un poco lejos de casa pero era el lugar perfecto, era un parque enorme donde había animales de granja y un par de pavo reales caminando por el lugar.
—Siempre debes ser cordial y nunca propasarte —aconsejo mi padre— es más grande que tú Sammy así que debes comportarte a su nivel.
Sonreí pues nunca creí que mi padre me daría este tipo de consejos.
—Si papá —contesté.
Al llegar mi padre no podía quitar una sonrisa de su rostro.
—Te puedo pedir algo —dije nervioso.
—¿Qué? —preguntó confundido.
—Por favor no espíes —pedí— tu y yo sabemos que lo harás y creo que deberías darme mi espacio.
—Yo solo estaré por aquí dándome vueltas asegurándome que no te pase nada...