Rusos

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Sebastián Piñera:
Decidí abrirle personalmente a quien tocaba la puerta.
Pensé que podría ser el chico zorro.
Sentí cómo mis costillas me apretaban y mi corazón se aceleraba. Mi estómago se volvía helado y comenzaba a contraerse.
Esto, esto es como se sentía el amor.
El amor distante.
El amor divertido.
¿Qué mejor que un hombre, que se disfraza de zorro azul y es menor para volver una relación interesante? 

Mi esperanza de encontrarme al muchacho se vino abajo.
Tras la puerta estaba un hombre vestido completamente de negro, con un gorro y bandana de el mismo tono.
-Vy zanyali mnogo vremeni. YA dolzhen byl priyti lichno, chtoby uskorit' protsess - dijo, como si se suponía que lo esperaba de toda la vida.
¿Qué hacía un ruso en mi oficina?
Yo había hecho todo bien.
¿Pero cómo esperaban que lograra lo que quieren, si toman medidas tan severas?
¿No les bastaba con castigarme?
Su castigo me imposibilitada trabajar.

Le cerré la puerta en la cara.
Sólo necesitaba que me dieran más tiempo.
No tiempo para darles el dinero, sino que para que el chiquillo escapara.
Aunque no se suponía que ellos lo supieran.

Aunque, si quieren que les pague, ¿por qué hacen lo que están haciendo, si saben que me complican acceder al fondo de impuestos de los chilenos?

Quizás querían lo que pidieron en un principio, cuando Pinocho estaba en el poder, a mediados de su tercer mandato. Creo que fue en 1987,
Nunca tuve muy claro para qué.

Volví a sentarme.
Dejé de pensar en el chico zorro y pensé en el otro chico. Mi ahijado.

¿Había tomado medidas muy drásticas al comenzar la difamación contra él?
No, no...

Rusos de mierda, me complican la vida.
Prefiero las complicaciones amorosas.

Karol Lucero:

Al sacarme el casco, pude ver (y escuchar) más claramente.
Hoces y martillos se extendían a lo largo de la habitación.
El peluche que vi, era efectivamente de Pinochet, pero estaba junto a una gran montaña de otros más.
Por todas partes habían armas. No las reconocí en el momento, pero actualmente sé que habían ametralladoras ligeras degtiariov, RPD y NSV; Glagolev-Shipunov-Gryazev GShG-7,62, Yakushev-Borzov YakB-12,7, RPK-74, Maxim-Tokarev, Berezin UB, Goriunov SG-43 / SGM, DShK, entre otras.
.
Estaba encerrado en un arsenal de ametralladoras.
.
Ametralladoras soviéticas.

¿Por qué estaba yo ahí?
¿Por qué estaban esas armas ahí?
El hombre me volvió a golpear.
Esta vez, sin casco, me dolió mucho más.

-¡Mírame a los ojos, pendejero Lucero! - pendejero Lucero. Nunca había escuchado ese apodo.
Aunque supongo que lo merecía.
Siempre me comporté como un grandísimo idiota.

Siempre fui un degenerao culiao.
Cuando me cagaba a la Arenita;
Cuando le daba besos a las niñas chicas;
Cuando toqué a la Manelyk González;
Lo que le hice a la Paty Maldonado;
Y lo de la María José Quintanilla.

He hecho weas por las que merezco ser funado.

Aunque a veces me pregunto...
¿Por qué?
¿A quién se le ocurrió empezar esto?
¿Para qué lo hacen?

- ¡¡Te odio!! ¡¡Te odio!! ¡¡Chúpalo Karol Dance!! - dijo, guturalizando.

Mi teléfono, en mi bolsillo derecho, comenzó a sonar.
El hombre lo miró.

Se acercó a mí, y lo sacó de donde estaba.
-Te llama un número desconocido - gruñó.
Apretó un botón y se lo puso en la oreja.

-¡¡Escucha, no tengo idea de quién eres, pero como conocido de Karol Dance, eres una mierda de persona!! Ahora, ¡puedes olvidarte de tu amigo!
¡Dile a todos que nosotros, los rebeldes, la clase mayoritaria, el proletariado, los dominados; mataremos al Karol Coreografía!

Chúpalo Karol Dance // Una historia de DegeneraPresidentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora