El miedo se podía sentir en ese escenario, la tensión densa que era difícil el respirar para el resto, un cielo que rompió en relámpagos partiendo la tierra, las aves huyendo del lugar como advertencia del mal presagio que se desatado, la tierra santa del lugar temblaba haciendo que árboles y casas cayeran como si fueran hojas en el viento, las nubes se arremolinaban cerrando toda forma en que el sol pudiese iluminar.
La catedral era lo único que se mantenía en pie con bastante dificultad, pero era parte de un trato después de todo, aquel cambio brusco de ambiente fue el hecho de un portal abriéndose dando acceso a una fuerza oscura el poder invadir la tierra a su libre albedrío, no había ningún ser demoníaco atrapado en la tierra baja ninguno se perdería la nueva era que se les dio, no debía aceptar la propuesta, no debía caer ante un sentimiento negativo, no debía traicionar a quienes quería, a quien creyó amar profundamente pero ahí estaba con la corona puesta mientras espesas lagrimas recorrían sus mejillas hasta caer por la mandíbula pero sin la expresión de llanto o tristeza solo una profunda mirada de enojo que recorría a los presentes helándoles la sangre. Como era posible que un muchacho que era noble desde nacimiento podía ser ahora la bestia que se encargaba de la muerte de todo a su alrededor, de la nada una figura negra se acercó como una sombra... silenciosa solo estaba frente a Des quien no se inmutaba a pesar de que esa cosa le miraba de frente con unos ojos color lila tan brillantes a pesar de la poca luz del lugar, gruñidos salían desde lo profundo de su garganta, rodeo en un par de vueltas inspeccionándolo de pies a cabeza, finalmente regresando al inicio, dio un grito desgarrados para abalanzarse contra Des.
Como si fuese humo entro por la nariz y boca del joven hasta que fue absorbido en su totalidad, los gritos de piedad y terror eran originados por los espectadores, Des quedo pasmado un momento pasando después a retorcerse y gritar, su espalda se dobló de modo que casi completaba un arco hacia atrás, mientras regresaba a estar normal de su boca salió el humo con olor a azufre. Nim finalmente fue hasta el para sonreír de lo bien que el cuerpo se había acoplado a su ahora nuevo dueño.
—finalmente, un humano que puede retener a mi hijo...a mi legítimo heredero Euronymous... —
Con orgullo las palabras del demonio Nim salían mientras este miraba con cierto cariño al joven, que si antes era alto ahora lo era mucho más, tomando entre sus manos el rostro sin expresión del muchacho limpiando el antes camino de lágrimas pero estas habían dejado marcas negras que se quedaron impregnadas en la piel blanca ahora cual nieve. Leo estaba siendo sostenido por dos soldados los cuales también estaban con los ahora prisioneros, veía con culpa y miedo al ahora príncipe del inframundo su aura era oscura pero podía ver una muy débil luz blanca en el centro que era el alma humana que estaba encerrada por toda esa maldad ,sabía que debía ayudarle, debía liberarlo y remediar todo daño que ocasiono con su llegada, Des observaba alrededor para después posar su vista a la vestimenta que tenía, hizo una mueca de asco y quitándose el velo para dejarlo caer al suelo, la corona empezó a cubrirlo completamente en una burbuja de energía oscura.
Finalmente está desapareció como si hubiesen reventado una burbuja para dejar ver una nueva apariencia en Des, su túnica fue remplazada completamente por un sarong color rojo vino, que le cubría la pierna derecha mientras la izquierda se podía ver casi en su totalidad, tapado por seda negra un tanto más larga que la tela gruesa este era sostenida a su cintura con un grueso cinturón de oro y rubís, portaba un par de botas altas de tacón que estilizaban sus piernas y le daban un aire coqueto al caminar, sus brazos estaban adornados con dos grilletes en cada muñeca de color negro donde iniciaba también la coloración de este mismo color a sus manos, sus dedos finos se convirtieron en garras, la parte de los hombros hasta el cuello estaba cubierto igual del color oscuro y una especie de escamas, en su cabeza salían un total de 6 cuernos adornando la corona que ahora era de un color plata brillante, los colmillos de Des crecieron y sus labios se vieron adornados de un labial negro, sus ojos tenían un color naranja brillante en los bordes pero el ámbar no se perdía en él. Estirando su cuerpo un poco haciendo tronar uno que otro hueso se encamino a los 3 exorcistas liberándolos, chasqueo los dedos y una jaula les encerró para después curarles sus heridas y regresarle la vista a su hermanastro, fueron llevados en un carruaje hasta la entrada del infierno, Leo fue obligado a inclinarse en una reverencia ante él, alzo un poco la mirada suplicando con un gesto el que le soltaran, quería ir con Des y despertarlo, hacerlo regresar a la realidad.

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Exorcism
FanfictionTe preguntaras, acaso un hombre de fe puede, ¿caer incluso en los tratos más oscuros del averno? Puede caer, ¿ante la tentación de un amor correspondido de un extraño? En este caso se contara la historia de Des Aeva, un joven de tan solo 26 años, s...