Exorcism

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Me eh tomado la libertad de esta vez usar el Au humano para esta historia, espero sea de su agrado. Como saben, los personajes aquí utilizados son de la autora Snipster, sin mas disfruten lean y espero les guste, cualquier reclamo o comentario es bien recibido, leido y contestado.

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En la edad media, es bien conocido que fue la era de los seres mitológicos criaturas que solo podían existir en la imaginación, tanto buenas como malas, por miedo a los últimos, los humanos se vieron en la necesidad de buscar la manera de tener protección, así aislándose de todo aquello, personas con voluntad de hierro protegían sus hogares de las trampas malditas de los demonios, arpías, medusas, brujas etc.

Un pequeño pueblo en la antigua Europa no era la excepción, mucha gente había decidido el irse, se le hacía muy poco seguro el que solo un hombre pudiera protegerlos, las casas vacías eran más a cada semana que pasaba, la familia Macchiavello era la que tenía bajo protección al pueblo del mal por décadas, pero un trágico día, el padre cayo en cama por una enfermedad de corazón, en sus últimos momentos de agonía, le dejo la responsabilidad a Walter, aquel joven de 16 años, hijo de sangre de Macchiavello e hijastro de Aeva, era alguien brillante que se fascinaba por el trabajo de su padre, así empezó su preparación en la iglesia que era la que más tenia poder y control en ese entonces, rezos, oraciones, invocaciones, etc.

A escondidas de su Madrastra practicaba también algo de magia negra, así durante 4 años fue aprendiendo cosas que los demás desconocían, descubría síntomas de enfermedades, y hacia anotaciones de ello, al cumplir los 20 era alguien a quien se le denominaba "Sabio", había días en los que no dormía por tratar de hacer una barrera anti-oscuridad mas siempre le faltaba "poder" haciendo que terminara desmallado, cansado o con sangrado nasal por el sobre esfuerzo.

Solo quedaban él y su hermano menor, así que decidió el reclutar y entrenar gente interesada en aquellas artes.

Amanda, una joven de aproximadamente 23 años, su apariencia era linda y tierna más sin en cambio al momento del peligro salía una verdadera guerrera capaz de cazar brujas con solo una ballesta y sus manos, se dedicaba a viajar por varios lugares ayudando aquellas personas acosadas por estas criaturas, más al entrar al pueblo de Walter, decidió el quedarse y ser una aprendiz de exorcismo, tomando clases con el rubio quien la asesoro desde un inicio.

Meses después un joven de alrededor de los 25 años se unió a ellos, él tenía la cualidad de hablar con espíritus de luz, dejar que su cuerpo funcionara como marioneta a merced de estos siempre y cuando la situación lo necesitara con urgencia, así se convirtió en el primer médium

Por último, su hermano Des no era menos importante, Des pudo aprender en dos años los rezos y oraciones en latín de memoria, aquellas palabras de gran poder necesitaban igual alguien de mente fuerte, y Des había demostrado ser el indicado, mas no siempre fue así gracias a lo cruel que llegaban a ser las personas con él, y no era para menos, la gente tiene la mente cerrada en ocasiones en las ideas "buenas" que el vaticano dictaba, entre ellas la homosexualidad, era visto como algo enfermizo, que se creía era por la maldición de un pecado, por ello se murmuraba que este joven de belleza exótica y aura de misterio que siempre lo envolvía al verlo pasar era nada más y nada menos que el resultado del coito de un demonio de la lujuria con madame Aeva, esto destrozaba al joven alto, que con amargas lágrimas suplicaba que al menos dejaran en paz a su madre, Walter tomo cartas en el asunto y convenció a su madrastra de viajar a Italia, rehacer su vida lejos de los insultos, y así se quedaron los dos hermanos solos apoyándose uno al otro.

Un día cualquiera, el sol brillaba, una suave brisa refrescaba el habiente y el hogar de ellos, las aves cantaban alegres al pie de la ventana del cuarto de Des donde tenía una pequeña casilla donde había semillas para alimentarlas, Des se levantó con el cantar de estas, estirándose y tallando suavemente sus ojos para quitar el poco sueño que tenía, levantándose con un bostezo se fue a su mueble donde tenía un espejo grande y un tazón con agua, lavándose el rostro y secándolo se dispuso a vestirse para ayudar a su hermano con la ceremonia del día de hoy.