‑Celoso? ...de un joven que apenas conociéndote se te entrego!?- rio con fuerza ante las palabras de su hermano, era ridículo sentir enojo por que Leo prefiriera aquel chiquillo fácil, quizás antes era verdad que quería llegar a mas que una hermandad con aquel demonio, pero el poder pudo mas que ese sentimiento vago que solo le distraía de su verdadera meta, regreso al presente viendo al moreno con una mirada incomoda para seguir hablando. ‑fue algo estúpido lo que hizo sabiendo el peso que cargaba sobre él...pero debo agradecértelo hermanito, solo tu eres capas de convertir a alguien puro en una perra barata‑
La sangre de Leo hirvió en rabia al escuchar eso, pero debía mantenerse al margen si quería llevar a cabo el plan...si llevaba a Euronymous a la superficie y aquellos exorcistas conseguían lo necesario, podían salvar a Des a tiempo, con cada hora que pasaba esa pequeña luz se iba extinguiendo, solo era cuestión de tiempo para que muriese en aquella oscuridad de odio y rencor.
Ambos salieron de aquel cuarto para regresar al trono donde se encontraba aquella fiesta y como si nada ambos se pusieron a celebrar con los demás demonios, Euronymous aprovecho un momento para hablar con su padre y comentarle sobre la idea de su hermano de acabar con la vida de los parroquianos en la misma superficie, el gran Nim accedió sabia que su hijo podía arreglárselas solo para acabar con solo tres vidas aun que le tomo de sorpresa el hecho quisiera llevarse a Leo con él, normalmente el demonio era de hacer las cosas por su cuenta y mas si se trataba de torturar sin mas les dio esa libertad pero debían volver lo antes posible para liderar la caballería que iba a pasar a la superficie de la tierra, con la misión en la mente ambos hermanos se llevaron a los mortales a la superficie en la catedral, acompañados de tres soldados más.
El cielo de la tierra era un desastre simplemente no se podía respirar por el aire tan denso que se inhalaba, toda criatura moría por la falta de oxígeno pero para los demonios era como salir al jardín en un día de campo, los humanos fueron llevados encadenados con grilletes en muñecas y tobillos, ninguno decía nada haciendo el silencio incomodo, solo escuchaban a los que serian sus verdugos hablar en una lengua extraña mientras veían al frente el caminar de Leo a un lado de Des, este segundo mantenía su caminar correcto, ambas manos detrás en su espalda mientras el moreno tenia sus manos en la cadera y se distraía de vez en cuando con la fauna del lugar...o lo que quedaba de ella.
Los ojos del rubio se abrieron por lo que observaba...la catedral donde había crecido y había sido su hogar toda su vida ya hacia hecha ruinas, solo se mantenía en pie lo que era la puerta y parte del jardín donde la tenue luz de una barrera brillaba dando a entender que esta se había roto lentamente, Des se había detenido un momento su cuerpo tembló ligeramente mientras su semblante correcto titubeo...llevo una mano a su rostro cubriendo sus ojos y callaba un grito que quería salir mordiendo su labio inferior hasta abrirse un pequeño corte con sus colmillos...Leo se acerco y le hizo voltear a verlo, su mirar había regresado a ser el del humano, lleno de dolor y tristeza lagrimas cristalinas escurrían por sus ojos, Leo limpio aquel llanto poniendo una mueca de angustia en su cara, la conciencia de Des aun luchaba por salir y ver aquella escena de su hogar lo había hecho retomar fuerza y brillo contra la oscuridad que lo consumía. Los segundos pasaron lentos para los presentes, Des sollozaba en voz baja volviendo a cubrir sus ojos quienes seguían soltando el sentimiento de tristeza.
-euronymous? ...pasa algo? - pregunto con genuina preocupación en sus palabras.
No recibió respuesta, su hermano se enderezo de golpe empujándolo para pasar a gruñir del enojo que empezaba a subir más y más...soltó un suspiro pesado regresando a la seriedad que le caracterizaba, vio a Leo de reojo quien estaba de pie sin saber que hacer, chasqueo sus dedos y los soldados llevaron a los prisioneros hacía lo que sería el centro de la catedral entre tantas ruinas.
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Exorcism
FanfictionTe preguntaras, acaso un hombre de fe puede, ¿caer incluso en los tratos más oscuros del averno? Puede caer, ¿ante la tentación de un amor correspondido de un extraño? En este caso se contara la historia de Des Aeva, un joven de tan solo 26 años, s...