- Corre, avanza , ¡vamos más rápido!. Bankotsu la defensa no está defendiendo. ¡Hiten apoyalo!
Las rodillas endebles no sirven señoritas... ¡¡ No sirven !!!
Vamos- aplaude fuerte con sus grandes manos-jueguen en equipo.
Hoyo levanta esos brazos y refuercen de una maldita ves la defensa- las órdenes del entrenador hacia el equipo eran concisas y directas-Estoy liderando un grupo de primera, no de unas niñas que se atemorizan con el roce de la pelota- les gritó a forma de reprimenda .El rechinar de las zapatillas junto al pulido suelo, era música para los oídos de esos muchachos, que daban hasta el alma por ese deporte.
El campeonato se asomaba en aquel entonces y después de tanto tiempo, el entrenador lo había nominado capitán del equipo " La perla Meio" . Tanto el arduo esfuerzo como los sacrificios, habían dado sus frutos y recompensas al cien por ciento.-Bankotsu acercate- el nombrado dejó el balón en manos de su compañero y se asomó hacia quién lo llamaba- Escuchame hijo, los partidos no comenzarán hasta dentro de unas semanas , eso quiere decir que está semana debes aplicar con todas tus materias y sacar las tesis necesarias ¿Has comprendido?.
- Si entrenador, no dejaré que mis estudios decaigan, ¡me esforzaré al máximo! ¡Es una promesa!- exclamó efusivamente .
- Lo se chico, confió en ti. Otra cosa de la que quería hablarte, era de tu empleo- el pelinegro se tensó - se que amas ayudar Y apoyar a tu abuela, pero... ¿no puede conseguir a alguien más ? Se que No es de mi incumbencia pero...No quiero que los entrenamiento y estudios se vean inrrumpidos por contratiempos de tu trabajo. Ya a pasado antes, muchas veces cave recalcar, y no quiero esos altibajos durante esta temporada. Ahora eres el capitán del equipo y debes mostrarte como tal.
- Si es por eso no hay problemas- respondió serio- ya no estaré tiempo completo en el negocio. Mi abuela esta semana contratará una ayudante la cual se hará cargo de la mitad de mis deberes en ese lugar.
- Me alegra oir eso. Se que tu abuela es un punto débil de tocar para ti Bank, pero créeme esto es necesario tanto para ti, como para el equipo, sabes bien que sin esfuerzo no hay recompensa .
- Si ya no hay nada más que decir, me retiro-balbuceo. Si, su abuela era un punto débil. Uno de los pocos que él tenía. Pero también sabía que liderar iba a conllevar mucho más de lo que ya daba.
- Quedas libre hijo- habló el entrenador y dando dos palmetasos anunció al resto del grupo- fin del día, quedan en libertad de expresión .
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●Bankotsu estaba agotado, los entrenamiento le sacaban hasta el aire que usaba para respirar, le dejaban tan exhausto. Pero no importaba, hace tiempo que había dejado de importar. Había conseguido lo que tanto anhelaba, había llegado a lo que le había prometido a ella- Lo eh conseguído nena - soltó al aire con un deje de melancolía y dolor.
Hace ya unos años la familia de Bankotsu Black y él, habían partido de Florida, gracias a unos negocios que había podido consolidar su padre llendo y viniendo en el extranjero. Eso puso a la familia de los Black, en los estándares de las familias más codiciadas y adineradas allí en Nago, ciudad de Okinawa. Pero no todo era felicidad en esta familia, detrás de ella, habían engaños, mentiras y extorsiones, por lo que conllevaba a que ellos sean una cosa en público y otra totalmente distinta dentro del ambiente hogareño.
Bankotsu, fué unos de los primeros que se negó a marcharse de Florida a costa de lo que fuere. Su novia y futura prometida vivía allí, junto a sus amigos y parientes. Todo lo que él amaba se encontraba en aquel sitio y su padre lo obligó a dejarlo todo atrás -Eres menor de edad y no tienes opción de decidir- le habia dicho en ese entonces, y asi era.
Ella era la luz de sus ojos. Cuando se conocieron fue una relación casi de amor-odio, él estaba metido en cosas turbias e ilícitas. Ella era una persona dulce, sincera y sin falsedad alguna. Fue tan frontal con él , quizás brusca, pero fue la única que se dignó a enfrentarle cuando el resto hablaba a sus espaldas . Y si bien no se la hizo fácil al principio entre enfrentamientos, bromas, discusiones y llantos, uno se quedó con el corazón del otro.
Ella no fué a despedirlo al aeropuerto el dia de su partida, por más veces que el pelinegro se lo haya rogado, se negó rotundamente. Ambos sabían el porqué de tan triste decisión . En ese momento las palabras de sus labios se habían consumido. Era el adiós definitivo y el final para ese cuento tan hermoso, que a ambos , les había costado construir.