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#11

-Pensé que te habías marchado- me estaba terminando de preparar para mi primer día en la Uni, cuando Inu se asomó por la puerta de mi cuarto. Estaba muy emocionada pero triste a la ves, pensando que arrancar la este día sola. Pero no fué así.
-¿Y perderme este día?- su vos callaba mi tonta mente- hey Kag, que te sucede?- no respondí.
- Ok , así que esas tenemos. No quiero ser metido ni mucho menos. Recién vi a Kathia salir de aquí, así que si tú no me hablas debo suponer que el problema es con ella. Y de ser así, el problema también es con Bankotsu ¿No?
- Es difícil- dije sentándome en el borde de mi cama- ella quería hablar conmigo de su relación con él, sabes...fué muy raro. Ya no sé qué pensar ni que hacer.
-¿Qué es lo que te dijo específicamente?
-No deseo entrar en detalles Inu.  Pero lo que confesó, fue más que suficiente para que me haga a un lado de entre ellos- quizás era lo mejor de todas formas.
-¿Ya se lo has hecho saber?¿Cómo recordarás sin su ayuda?
-Haré los ejercicios mentales de todas maneras señor doctor - bromeé- pero lo mantendré simplemente allí, a raya.
-Como si eso sólo formará parte de tu decisión, no es que esté de su parte ni mucho menos, pero creo que a él le molestará que lo hagas a un lado.
- No necesito darle explicaciones de nada a nadie-le corté-pero por el momento será lo mejor.
Espero que no hagas de esto una de tus sesiones amigo- ambos estallamos a carcajadas de inmediato. Inu tenía esas mañas, crear por algo pequeño , una reunión en su despacho.

Pero no estábamos en Orlando.

Pacientemente espero a que terminará de acomodar cada una de mis cosas, mientras husmeaba en mi cuarto.
Salí del baño ya cambiada y peinada. Sólo tenía un leve maquillaje sobre mi rostro.

Llevaba puesto una blusa banca, amoldada por el pecho y suelta hasta un poco más bajo del obligo. Unos jeans negros rasgados en los muslos y mis aliadas en días ajetreados. Mis Convers.

-Guau, siempre tan fresca- las palabras de  mi amigo no se hicieron esperar.
-¿Nos vamos?- supliqué
-¿No esperarás a...?- inmediatamente negué.  Las palabras de Kathia aún rondaban por mi cabeza.
- No, porfavor vámonos- Inu atendió a mi ruego y no nos hizo esperar más.

En silencio y como si de ladrones se tratara, caminamos en puntillas por el corredor. Pero antes de salir a la calle, la vos de Kaede me detuvo en el marco de la puerta.

-Kag, mi niña ¿Tan temprano sales?
- Nana- saludé - lamentablemente mi amigo se marcha hoy, así que salimos antes para pasar unos momentos más juntos.
-¿No esperarás a mi ñieto?- preguntó con recelo.
- No, lo siento-me disculpé- nos vemos luego nana- y antes que dijera algo más, empujé a Inu hacia la salida.

En el trayecto de la tienda a la Universidad no hablamos. Cada uno iba sumido en su propio mundo y sólo se oía de fondo la música diversa que sonaba del estéreo de Inu...

La voz de las chicas de "ventino" deleitaban mis oídos, cuando su música se hizo sentir dentro del Audi . Esa canción específicamente era una de mis favoritas "Volverte a oir", no entendía el porqué, pero era una buena letra para inspirarse al escribir algún texto dramático o algo así, alguna novela, resaltar parte de una ruptura o su desenlace.
Ciertamente eran buena fuente de inspiración.

-Hemos llegado- bajamos del auto aún en silencio, mi amigo era muy hablador, al menos conmigo, de manera que sabía que había algo mal que no andaba bien- Me marcho en dos horas Kag- lo sabía.
-¿volverás No?
- No lo sé, haré lo que pueda- fué su respuesta.
- No me digas eso, no quiero estar sola, no ahora que te necesito- sus manos tomaron mis muñecas y de un momento a otro estaba entre sus brazos.
- Te extrañaré, lo sabes.
- Yo también pero...
-shhh- me silenció- no estarás sola
-Claro que sí, su tú te vas...
-Voltea- me cortó con una sonrisa entre divertida y molesta.

Me quedé dura en mi lugar, dónde mil y un pensamientos comenzaron a jugar y danzar en mi mente.
Cómo si se tratará de una película en cámara lenta fuí volteandome lentamente. La ansiedad se trepaba por mis venas y el latir de mi corazón se aceleró cuando los vi.

Cuando lo ví.

Mi novio y mi mejor amiga.
Koga y Kanna.
¿Qué rayos hacían en Nago?
Me quedé helada en mi lugar. Paralizada.  Cómo si lo que acontecía a mi alrededor, era sólo una broma de mi subconciente.
Y retrocedí.

Uno.
Dos.
Y tres pasos, hasta chocar con un cuerpo a mis espaldas.

-¿No irás por ellos?- me susurró.
- No son reales- y fruncí el ceño- ¿Tú también los ves?- La carcajada incontenible que lanzó Inuyasha, fué la señal para saber que no estaba soñando, que no era una creación de  mi subconciente.
Mi novio y amiga estaban aquí y ahora.

Entonces volteé y lo abracé con todas mis fuerzas- No sé como lo hiciste, pero te lo recompensaré, lo prometo- su mirada se entristeció por un momento.
- Te mereces esto y mucho más - había algo que no me estaba diciendo, lo sabía, pero no podía estar obligándole a hablar. Sólo sabía que estaría para él, en el momento que decidiera hacerlo.
- Te quiero.
-Ve por ellos- eso no lo pensé y salí corriendo. En el recorrido de dónde estaba hasta llegar a ellos, vislumbré varios ojos encima mío. Los amigos de Bankotsu, Kathia y él. Estaba aquí, con esa mirada penetrante e inquietante.

Y a pesar de que no estaban cerca la ví. Su mano, la mano de ella se posó en el antebrazo de él y le susurró algo al oído.

Yo sobraba, como ella me lo dió a entender.
Yo era la tercera en discordia.
Yo era la que sobraba en esa relación.

Y entonces corrí, corrí con toda mis  fuerzas y me arrojé a sus brazos. Estos me envolvieron con tanta fuerza, que en un momento dolió.  Pero no me aparté.
Con su nariz olfateó mi cabello y suspiró. Tomo mi cara con ambas manos y se apartó sólo un poco de mi, colocando su frente pegada a la mía...

- Te extrañé tanto nena- rayos, yo también le extrañaba demasiado. Cada día que estuve lejos de el. Y aunque mis sentimientos eran una maraña de confuciones, le quería.
- yo también mi Lobito -con su tibia lengua, deliñó los pliegues de mis labios y sin más me besó.

Su mano derecha se posó en mi baja espalda y usó de su fuerza, para que nuestros cuerpos recuperaran la cercanía que tanto habíamos ansiado.
El calor de su piel junto a mi, me trajo nostalgia. Estaba feliz.

Un garraspeo a nuestras espalda, hizo que nos alejaramos, sólo por un momento.

-Genial, me cruzó medio planeta para ver a mi amiga y morir ignorada- la chica sarcasmo estaba a mi lado, con una cara de feliz cumpleaños plasmada en ella.

-Zorra...
-Perra...- ambas estallamos en carcajadas y empezamos a llorar. Llámennos BIPOLARES. Pero así éramos juntas.  Llorabamos, reíamos Y volvíamos a llorar.Y lo mejor de todo es que no necesitábamos un tema en específico.

Amaba a esta chica con todas las fuerzas de mi alma , era como una extensión mia. Mi alma gemela.

Y después de mucho tiempo, me sentí completa.
Aunque una parte de mi ser, me decía que pronto sería todo lo contrario.

***

Lo siento Banki.

"¡Mirame!"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora