A book behind you: A Star. ©

☆19- Ambientes incómodos.☆

C A P Í T U L O   D I E C I N U E V E.

Punto de vista de Adeline.

—Entonces le dijo que cerrara la boca, pero ella no le hizo caso y la expulsaron —digo sintiendo un brillo en mis ojos.

Después de las clases de este nuevo día, me encuentro en la casa del imbécil de Noa. Lo quiero pero es un imbécil.

Ayer la pasé muy bien con los nuevos amigos de Noa, sobre todo por un chico...

Hoy almorzamos de nuevo todos juntos, aunque la mayoría de los de la cafetería miraban raro a Shenara, a Char y a Cameron, ya que... Estamos con Noa, igual que ayer.

Nick también está con nosotros en este momento, está sentado en el sofá comiendo cierta comida rápida; escuchando con atención mi anécdota de cómo fue expulsada la chica que me cae mal.

Mi vista se dirige a Noa, quién está volviendo de la cocina.

—Oigan chicos, Charlotte viene acá. Necesitamos terminar el trabajo.

Nick lo mira indignado.

—O sea, ¿nos estás hechando? —responde.

—A ti sí. A Adeline no ya que se quedará dos semanas aquí con sus tíos y con su mejor primo del mundo. Sus padres saldrán a un viaje de trabajo.

Sonrío orgullosa y le saco la lengua a Nick, a lo que él rueda los ojos y se mete una papa a la boca.

—De acuerdo, me iré. —termina por decir, levantando sus dos manos en son de paz— pero me deben una salida —se para y camina, pero queda congelado y se voltea a nosotros— con comida— guiña el ojo y toma su bolso y sus papas para salir de la casa.

Noa y yo nos quedamos viendo por unos segundos hasta comenzar a reírnos como focas retrasadas.

Me levanto del sillón y me dirijo a la cocina a servirme un vaso con agua.

Vuelvo a dirigirme a Noa quien está sentado tecleando algo en su celular.

De repente una duda llega a mi cabeza, dejo el vaso y camino a paso seguro hacia él.

—¿Porqué me tapaste la boca ayer? —me cruzo de brazos— Estaba por decirle a Charlotte que —me interrumpe.

—Adeline, ya hablamos de esto. —suspira y deja su celular al lado suyo— Estabas por decirle a ella, a Cameron y Shenara cuando claramente al hablar sobre esto te había dicho que nadie puede saberlo, a excepción de Nicolás —me mira con su típica y falsa mirada fría. Lo conozco, y se que él no es así.

Lo hace para imponer superioridad, el imbécil sabe que es popular. Pero su semblante frío e intimidante no es nada más que una personalidad falsa para que no vean tras él. Es un chico muy bueno y amable, carismático y pipirisnais.

Pero a veces se pasa de idiota, total. Quién diría que un chico tan popular es tan distante de todos a la vez.

Noa guarda muchos secretos, a los que yo y nuestro mejor amigo conocemos, y no es para nada malo.

—De acuerdo, puede que haya olvidado esa parte. —me encojo de hombros observando cualquier cosa que no sea él.

Suena el timbre de la casa.

—Es ella. No quiero volver a escucharte mencionar una palabra sobre esto. Es más, si puedes hacer otra cosa está bien, pero necesitamos concentración —volteo a verlo y veo como se acerca a abrir la puerta.