– ¿Estás bien? –la voz de Santillana me sacó de mi estado de alabanza total a Gil.
Asentí varias veces con la cabeza.
–Sólo vamos a ese lugar – ¿se dan cuenta de que tan estúpida estoy? Un momento sentía lastima de Blanca y al otro sólo quería cumplir mis intereses.
Hablamos mañana.
Le mande a Gil, porque no quería que me contara esto por mensaje, era como unos tacos sin salsa o sin limón. No, no, amigos. A esto hay que añadirle un poco de sabor.
–Eres tan bipolar –dijo Santillana.
Me tomó de la mano y me jalo hacia la pizzería a la que todos iban después de la escuela.
No soltó mi mano y les juro que sentí tantas cosas en esos momentos, me sentí feliz y cómoda, tan completa y enamorada.
Joder. Que ilusa que soy.
Al llegar al local, estaba atestado de gente, tardamos como 15 minutos en llegar a una mesa vacía para dos. Porque mi acompañante se detenía a saludar personas en cada mesa, y sin soltarme de la mano. Todos miraban nuestras manos y no podía estar más avergonzada por mi aspecto.
Iba como andaba por mi casa, en ropa casual y sentía que me juzgaban por ser la nueva pareja de Amador. Porque sí, ser la pareja de un chico guapo tenía que cumplir con las expectativas de la gente, es una completa idiotez.
Cuando llegamos a nuestra mesa, me sentía agotada de la gente y del ruido.
– Mexicana –dije unos segundos antes de que él dijera "hawaiana" –. Já, gané.
Él sólo río y pidió la mexicana.
– Blanca se molestó mucho ¿no? –me preguntó, algo decaído.
En verdad era una estupidez, esto de darle celos, ¿cómo iba a superarlo si salía con él? Yo estaba loca, jodida de la cabeza, necesitaba un psicólogo y rápido.
Ok, estaba exagerando. Sí, estaba mal pero podía solucionar esto.
La pregunta sería ¿cómo?
Decidí alejar mis pensamientos y despejar la mente para ayudar a Amador sin salir tan mal.
. –Sí, me insultó –le recordé –, no me molesta que me insulte, me da igual pero piensa esto Santillana –lo señalé con mi dedo índice, para hacer más drama, obvio –, ella va a terminar muy, MUY, afectada si sigues igual. ¿Qué es lo que pretendes?
Me miró intensamente y puedo jurar que miré desesperación en sus ojos.
–Blanca es muy diferente a todas –empezó –, es muy especial y me gusta. Sólo que me da miedo estar con ella, tengo miedo que se aburra o que yo me aburra, yo...
–Le temes al compromiso y a las relaciones serias –completé por él.
Desvió la vista, avergonzado y asintió.
Un completo idiota.
– No te voy a juzgar, pero quiero que me digas si quieres seguir con esto –dije señalándonos.
–Hay que seguir con el plan.
Muy bien, yo no tengo nada que perder. Muy egoísta dirán y sí, efectivamente soy egoísta.
Un chico, muy guapo, nos entregó la pizza y deslizó una servilleta con su número en ella.
Cosa que me sorprendió pero no demostré nada, decidí por sonreírle y agradecerle.
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Antagonista.
RomanceEstoy cansada de siempre quedar como la mala, todos la ven a ella. ¿Cómo es qué no notan que mi mundo se derrumba?