05: Viernes

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Las clases habían finalizado hora y media atrás, ahora me encontraba en mi habitación rebuscando en el armario algo decente que usar por la noche, pero no encontraba nada que llamara por completo mi atención, decidí que lo mejor era ir al centro y comprar algo. Tomé mi móvil y pensé unas diez veces antes en marcar el número de Mark, normalmente se lo pedía a Saint pero quien sabe donde estaba metido.

—¿Paso algo Cap? —dijo el pelinegro al contestar.

—Te dije que no me llamarás Cap —le reclame. Odiaba que me llamara de esa manera.

—Lo sé —rodé los ojos al escuchar como se reía. Estúpido Mark, si había algo que le gustaba hacer, era molestarme.

—Como sea, acompáñame al centro.

—¿Es una petición o una orden?

—Es un favor, ¿vienés o no?

—Claro que sí, tranquilo Cap —se rió de nuevo.

—Paso por ti en veinte minutos —avise antes de colgar.

Me puse los primeros pantalones y playera que encontré sobre la cama, me coloqué una gorra, tomé la billetera, las llaves de la moto y salí.

☆゜・。。・゜

—¿Qué te parece esta?

—Es rosa.

—¿Y esta?

—Mark…

—Esta bien, nada rosa...

Habían pasado treinta minutos, y ocho tiendas. Aun no encontraba nada, ni siquiera sabía que buscaba exactamente, y comenzaba a pensar que traer a Mark había sido una mala idea.

—¿Qué te parece si te pruebas algunas cosas y luego vemos que tal? —al parecer mi pelinegro amigo empezaba a molestarse por mi actitud pero, ¿acaso tenía yo la culpa de qué cada cosa que él me mostrara fuera rosa o demasiado, como decirlo, afeminado para mí gusto?

—Esta bien... ¿Qué tal está camisa? —tomé la primera cosa que vi y se la mostré, al parecer no le gustó nada porque se me quedó viendo con una cara como preguntando ¿Estás de broma? La coloqué de nuevo en el estante—. ¿Qué?

—¿Me llamaste exactamente para qué? —sabía que lo había llamado para que me ayudara, pero a veces puedo llegar a ser demasiado quisquilloso.

—Bien... tú trae la ropa y yo me la pruebo, ¿te parece?

—¡Perfecto! —dijo dando un pequeño salto y poniendo una sonrisa de oreja a oreja. En diez minutos estaba dentro del probador con tres conjuntos diferentes, y en menos de treinta estaba en la caja pagando la ropa. Después de todo no fue tan mala idea llamar al aspirante a artista.

Habíamos quedado en juntarnos a las 7:30pm fuera del apartamento de arquitectura, ya que este quedaba justo a medio camino de los de gastronomía y arte. Y también porque Plan era el único que sabía cómo llegar a donde se haría la dichosa festa, claro. Por pura casualidad vi el reloj que estaba detrás de la chica que atendía la tienda, 6:30pm. ¡Mierda! tenía exactamente una hora para regresar a la universidad, ir a dejar a Mark, cruzar prácticamente media universidad para llegar a mi habitación, bañarme, arreglarme y correr hasta el apartamento de Mark nuevamente. Con suerte lograría llegar en hora al campus si el tráfico no estaba pesado.

Para mi sorpresa eran las 6:57pm cuando llegamos al dormitorio de Mark, pero me daría la hora si conducía hasta el mío, por lo que pensé que ahorraría tiempo si me arreglaba en la habitación de él. Pasaban diez minutos de la hora acordada y estaba caminando con Mark de lo más tranquilo hasta que habló.

SIETE 『Amor unilateral 1』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora