Nayla || Carlisle Cullen

A la caza de una pelirroja

─ ¿Que piensas hacer Edward? ─cuestiono Rosalie de brazos cruzados

Alice se habia encargado de dejar a Bella en casa, algo le decía que Nayla no iría esta noche a la casa de Charlie, de seguro no quería enfrentarse con la humana tan pronto.

Aunque aún había un detalle que perturbaba la mente del lector de almas, Nayla había mencionado que había visto lo que pasaba si Bella era una de ellos, la pelirroja tuvo una visión, eso estaba fuera de dudas, Nayla podía ser como Alice, solo que sus visiones no se restringirían si un lobo estuviera de por medio, como en el caso de la pequeña vampira.

Y eso causaba cierta intriga en los Cullen.

─ Aun no lo se

─ Estas tentado a ir, ¿Por que no lo haces? ─pregunto Emmett con expresión curiosa

─ Hay cosas que no son claras, quiero saber lo que vio Nayla con exactitud 

─ Pero si ya te lo dijo, Bella nos mataba a todos, ¿Que mas querías ver? ─cuestiono esta vez Esme con voz preocupada ─ El panorama no es el mejor Edward

─ Lo se, solo siento que omitió algunos detalles

─ Esa chica... ¿Desde cuando la conocen? ─quiso saber Ian, la pareja de Esme

─ Llego al pueblo hace como un mes, es la sobrina del sheriff de Forks ¿Por que? ─respondió Carlisle recargado en un sofá

─ Cuando la tuve cerca, note su esencia, ese aroma ya lo había olfateado antes, por su sangre corre magia muy poderosa ─dijo el hechicero, sus ojos remontándose a recuerdos pasados ─ Aunque es confuso, roza en el límite de lo que yo había sentido

─ ¿Estas seguro de ello, cariño?

─ Muy seguro, esa chica no sabe lo que lleva dentro, muchos matarían por tener aunque sea un gota de su sangre, pero me sorprende el hecho de que aún sea parte humana, la transformación debería de ocurrir pronto, si no me equivocó ─dictamino Ian con seguridad, lo cual solo confundió a todos

─ ¿Transformación? ¿De que estas hablando? ─interrogo Rosalie alzando una ceja interesada

─ Si esa chica apareció aquí, es porque algo muy grande esta por venir... Algo muy grave esta por ocurrir... ─advirtió el invitado, con voz sombría

Ahora los nervios del clan Cullen aumentaron a niveles considerables, conocían poco a Ian, pero la oscuridad y fuerza en su voz al decir esas palabras, los convencieron de que estaba contando la verdad, él sabía algo que los otros no y era justamente por eso que los Cullen sintieron miedo.

Miedo por lo que se vendría... Miedo por la tormenta de sangre que Nayla había visto...

─ Emmett, Jasper ─los mencionados voltearon a ver a su hermano ─ Acompañarme, quiero hacer una visita...

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La mañana transcurrió entre platicas profundas, Leah se había abierto a Nayla al contarle su pasado amoroso con Sam, las lágrimas brotaban de la chica de piel bronceada al recordar esa parte de su vida.

Nayla se sintió identificada con ella en cierta parte, ella también tenía un pasado tormentoso en el amor, pero la historia de ella era algo diferente, mas oscura y con mas dudas que respuestas.

Leah había dejado a la pelirroja en su casa, al principio esta se negó a entrar, pero la insistencia de la de ojos azules la hizo aceptar, después de todo, Nayla era la primera chica de afuera que podía considerar una amiga.

La pelirroja se había ido a ducharse, mientras que Leah se tomo el atrevimiento de preparar algo de almorzar para ella, ya que no había comido nada desde que se despertó, de eso hace tres horas.