Capítulo 1. -No podia creer que su hermano la estubiera violando.

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-Ven acá estúpida. -tomó a su hermana por los cabello sin importar lo que le doliera sus jalones.

-Sueltame Artemisa por favor. -suplicaba la chica de cabello rosado a su hermana mayor quien estaba golpeándola.

Artemisa siempre que algo le salía mál y se enojara lo pagaba con su hermana Lany, siempre le echaba la culpa de todo sin ser verdad. Todos en su familia podían ver como Artemisa maltrataba a Lany pero no hacían nada.

-Cállate inútil. -dió otra cachetada en la mejilla de su hermana, iba a propinarle otra cachetada pero su prima Pamela se lo impidió tomándola de la mano.

-Ya sueltala. -apartó a su prima Artemisa de su hermana la pelirosa.

Pamela subió con su prima Lany a su habitación para limpiarle algunas de las cortadas que le hizo Artemisa al golpearla tan salvajemente.

-Buscaré el botiquín. -dice Pamela para luego dirigirse al cuarto de baño de su prima y buscar el botiquín.
Cuando regresó con su prima se posicionó frente a ella que estaba sentada en la cama y comenzó a limpiar los pequeños cortesitos.-Iré por un poco de hielo para ponerlo en tú mejillas.-dijo al haber terminado de curarle todo. Lany asintió.

-Gracias Pamela. -agradece la chica de cabello rosado a su prima.-Si no ubieras llegado creo que ésta vez Artemisa me ubiera matado.

-No digas eso. -Pamela abrazó a su prima. -Iré por el hielo no tardo. -se paró y caminó hacía la puerta de la habitación por la cual salió dejando a su prima sola.

Lany se miró al espejo mirando los moretones que su hermana le había dejado por golpiza que le dió. Ella se miraba en el espejo como una chica vulnerables que todos hacían con ella lo que quisieran, pero ella no era capas de detenerlos.

-Aquí tienes.-Pamela llegó a su lado entregándole el hielo con una mirada de lástima, Pamela sentía pena y lastima por su prima por la manera en que la trataban, siempre se preguntaba ¿por que su tía dejaba que trataran a Lany de esa manera?

-Gracias.-pronunció Lany mirando a su prima. Y pensar que ellas dos cuando eran apenas unas niñas se odiaban y no podían estar juntas si insultarse y ahora son inseparables.

-No hay de qué. -contestó Pamela mirando a la chica de cabello rosado.

(ू•ᴗ•ू❁)

Pasó una semana después de la golpiza que recibió Lany de parte de su hermana, ya los moretones no se notan casi debido al ungüento que su prima Pamela le hizo para que se lo pusiera y al maquillaje que se ponía cada vez que iba a salir.

Ahora mismo Lany se encontraba sentada en una esquina de uno de los pasillos de la secundaria leyendo su libro favorito por quinta vez. Era una chica muy antisocial, prefería estar sola sin que nadie la molestara.

Fué expulsada de su antigua preparatoria por haber lanzado a una chica por los escalones y todo por que la chica la había empujado y burlado de ella, ese día Lany estaba de mala debido a que su hermano menor Lucas había arruinado el trabajo con el que expondría y el profesor que le tocaba a primera hora le había quitado veinte puntos por llegar tarde.

Un chico se sentó al lado de la chica pelirosa haciendo que ésta dejara de leer y lo mirara con curiosidad.

-Hola.-habló tímidamente el chico levantando una de sus mano en forma de saludo. Lany no dijo nada solo se quedó mirándolo, quizás si no le decía nada el se iría y la dejaria seguir leyendo tranquila. -pensó la chica.

-Soy Hansel Gil. -La pelirosa asintió sin restarle importancia, y rodó los ojos.-Me gustaría ser tu amigo. -dijo el chico con una sonrisa.

Lany suspiró y lo miró fastidiada.-No me interesa tener amigos y tampoco como te llames. -le habló por fin la pelirosa de mala ganas.

Tomó sus cosas y se paro de donde estaba sentada dejando al chico sin expresión en su rostro. El chico miró en el lugar donde estaba sentada Lany y vió un brazalete, lo agarró entre sus manos mirándolo detalladamente.

-Martínez.-leyó el chico lo que decía el brazalete.

Tenía que devolverle el brazalete a la chica y eso implicaría tener que volver hablarle y esperar que la chica le hable groseramente como lo hizo hace un momento.

Para Hansel, Lany era una chica hermosa pero misteriosa y era algo que le gustaba de ella.

☆*:. o(≧▽≦)o .:*☆

Después que despacharon Lany se dirigió a su casa, colocó sus audífonos y empezó a escuchar música, le gustaba irse caminando por que podía sentir el aire de la calle chocar contra su mejillas y su rosado cabello además tardaba más en llegar a su casa y escuchar la irritante voz de sus hermanos,hermanas y padres.

Luego de haber caminado un largo rato Lany llegó frente a a la puerta de su casa, suspiró para luego abrir la puerta y entrar miró a todo lado buscando que no ubiera nadie en la sala.

Subió las escaleras para irse directo a su habitación, dejó su mochila sobre el pequeño escritorio que tenía en su cuarto y fué directo al baño a darse una ducha para relajar su cuerpo.

Al terminar de bañarse salió del baño envuelta en una toalla del mismo tono de color que su cabello "rosado".

-Te vez hermosa en toalla. -se sobresaltó al escuchar la voz de Andrés su hermano mayor.

-¿Tú que haces aqui? -ella lo mira un poco temerosa.

-Solo vine hacerte una visita muñequita. -dice con una sonrisa cínica mirando a su hermana como todo un depravado.

Andrés empezó a dar pasos lentos hacía Lany mirándola de arriba abajo los pensamientos que estaba teniendo con su hermana no eran nada agradable. Lany al ver a su hermano aproximarse a ella empezó a caminar hacia atrás. -No te me acerques Andrés. -dijo rápidamente la chica con temor.

-No te haré nada malo. -Lany se asustó al escuchar las palabras de su hermano.

De un momento a otro Andrés tomó a Lany de la cintura y empezó a besarla desenfrenadamente ella luchaba por que la soltara pero era inútil por que el es más fuerte que ella.

-AUXILIO, AYUDA.-gritaba la pelirosa sin obtener respuestas. -Sueltame Andrés por favor. -suplicaba en bano por que su hermano no le ponía asunto.

Lany seguía forseguiando con su hermano para que la soltara pero solo provocó que el le diera una fuerte cachetada. Las lágrimas salían sin parar de sus ojos. Sentía asco cada vez que su hermano la manoseaba y la tocaba.

No podía creer que su hermano la estubiera violando.








El misterio de la chica de cabello RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora