El misterio de la chica de cabello Rosa

Capítulo 8.-La noche será larga.

—Pareces una zombie. –Lany sonríe sin ganas.—Tienes muchas ojeras Lany, ¿Estas durmiendo bien?

—Si.–Pamela se quedó mirándola, ella sabía que le estaba mintiendo.

—Haber Lany ¿Por que no estas durmiendo bien?

—Si estoy durmiendo bien. Las ojeras es por que anoche me dormir una hora después a lo acostumbrado, nada más eso. –confesó mintiendo la pelirosa con naturalidad para lograr que su prima le creyera.

La pelirosa llevaba dos días sin dormir, no quería volver a dormir para no soñar quitándole la vida a la única hermana que le quedaba. Por más que Artemisa la golpeara ella la quería, muy en el fondo pero la quería.

—Bien te creo. –dijo Pamela, pero algo le decía que la pelirosa le mentía. —¿Los extrañas?

—Siendote sincera... Si, si los extraño. Aunque eran unos idiotas, abusivos, malvados etc, eran mis hermanos y lo quería y se que en el fondo pero súper en fondo de sus corazones ellos me querían.

—Claro que te querian... Pero para maltratarte.–dice Pamela mirando el cabello de su prima. Siempre le a gustado la forma en que su prima de colorió el pelo.

Pamela y Lany pasaron toda la tarde hablando de cualquier cosa que les llegara a el cerebro.

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La noche había caído y Pamela ya se había ido a su casa. Lany se encontraba en su habitación sobre la cama leyendo.

Artemisa entró a la habitación de Lany si previo aviso asustando a la pelirosa. —De seguro tu fuiste la que tomó mi cargador.

—Claro que no, sabes muy bien que nisiquiera me acerco a tu habitación. –Artemisa rodó los ojos.

—Entonses, si no fuiste tú quien fue. –la pelirosa se encogió de hombros.

—Preguntale a Kenia, puede ser que lo haya movido mientra limpiaba tu habitación. –sugirió Lany.

Su hermana la miró y se acercó a ella para tomar de sus mano el libro que leía. —Sabes lo lindo que se verá este libro dentro de la piscina.

—Devuelveme mi libro Artemisa por favor.

—No.–la hermana mayor abrió la ventana de la habitación de la pelirosa. La piscina se veía perfectamente desde el cuarto de Lany, Artemisa sonrió maliciosamente y lanzó el libro por la ventana haciendo que este cayera dentro de la piscina.

Lany se acercó a la ventana a ver donde había caído su libro. Su sangre empezó arder del coraje al ver donde había caído el libro miró a su hermana con rabia mientras ésta reía con diversión.

La pelirosa tomó a su hermana de los brazos y la arrastró fuera de su habitación para luego cerrar la puerta con seguro.

En estos momentos tenía ganas de asesinar a su hermana. Artemisa siempre la maltrataba y ella nunca se defendía, ya estaba harta.

Se tiró a su cama a desahogarse llorando, y después de haber llorado un gran tiempo que se calmó empezó a sentir sueño. Recordó que estaba en huelga con el sueño.

—No puedo dormir. –se dijo a sí misma.

Se levantó de la cama y caminó hacia el baño para lavarse la cara y hacer que el sueño se le espantara. Luego de terminar de lavarse la cara salió de baño y se subió a la cama, tomó su celular junto a sus audífonos de la mesita de noche. Conectó los audífonos del celular para luego empezar a escuchar música.

La noche será larga.