El misterio de la chica de cabello Rosa

Capítulo 6.-Te lo mereces.

—¡Maldita perra! Te enseñaré a no insultarme. –otra cachetada fué a parar en la cara de Lany.

Todo fue por que Artemisa derramó un vaso de jugo sobre Lany y esta le insultó. Y eso fue lo que derramó el vaso aunque en literal la que derramó el vaso fue Artemisa sobre su hermana.

Ha pasado cuatros semana de la muerte de Laura y de la desaparición de Lucas el cual todavía no ha sido encontrado.

—¡Haber Artemisa ya! ¡Sueltala! –llegó Andrés haciendo que Artemisa soltara a su hermana.

Sus padres no se encontraba y la sirvienta estaba metida en lo suyo. Artemisa de mala gana soltó a su hermana haciendo que esta cayera en el suelo. Andrés se agachó para tomar a Lany de la mano y pararla.

—Gracias.–soltó la pelirosa a su hermano por haber hecho que Artemisa la dejara tranquila.

—Te puedes ahorrar tu gracias, yo lo que quiero es un poco de diversión y mi diversión eres tú. –con lo último que dijo la pelirosa entendió lo que el chico quiso decir.

La pelirosa iba a tratar de correr pero el agarre que su hermano tenía en su mano se lo impidió. —Andrés no por favor.

El mencionado arrastró a su hermana al cuarto de el para luego hacer de ella lo que el quisiera sin importar todo lo que esta se negara.

Luego de terminar la chica salió corriendo envuelta en una sabana chocando con Artemisa, la pelirosa no prestó atención a todas las groserías que su hermana le gritaba. Entró a su habitación para luego encerrarse en el baño a gritar mientras se bañaba.

Artemisa se quedó confundida de, ¿por que la pelirosa salió envuelta en una sabana del cuarto de andres?

La chica tocó la puerta de la habitación de su hermano para luego se abierta por el. —¿Qué quieres?

—Saber por que Lany salía de aquí envuelta en una sabana. –el chico sonrió recordando lo que le había hecho a su hermana.
—Andrés ¿violaste a Lany? –éste rodó los ojos y no contestó. —Entonces es cierto si abusas de ella. –la chica cayó unos segundos.
—Ella siempre a dicho la verdad de que la violas y nadie le a creído.

—Es mejor que no te pongas de chismosa para que no te pase lo mismo.

—No serias capaz.

—No me retes Artemisa, me conoces... –la chica negó con asco a su hermano. —Sabes que ya me provocaste, así que ahora a ti te tocará.

El chico agarró a su hermana con brusquedad, ella trataba de defenderse pero el era más fuerte y era inútil para ella.

Artemisa vivió lo mismo que Lany con su hermano Andrés el muy cobarde también abusó de su hermana Artemisa, ese chico no respetaba que fueran hermanos.

Artemisa parecía un zombie, no terminaba de procesar lo que Andrés le había hecho.

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Un nuevo día estaba en pie, la pelirosa salió de su casa con rumbo a la secundaria sin desayunar, no quería ver la cara de nadie de su familia y menos del abusivo de su hermano Andrés. Cada día que pasaba sentía un poco más de odio contra el.

Al llegar a la secundaria se encontró con Hansel quien le sonrió al verla.

—Bueno día, chica rosa.–dijo el chico con entusiasmo.

—Buenos días. –respondió la chica como siempre.

—¿Te sucede algo? –la chica negó.

Después de unos minutos de la pelirosa haber llegado a la secundaria tocaron el timbre para que entraran a los salones.

Lany tenía matemáticas a primera hora, era una materia que le aburría siempre en esa hora terminaba dormida y como se sentaba atrás nadie se daba cuenta.

La maestra empezó a explicar cosas sobre el algoritmo, la pelirosa trataba de poner atención pero cualquier cosa hacía que ésta se distrayera.

Lany

Caminaba por el pasillo de arriba sin saber a donde me dirigía. Luego de unos minutos paré frente a la puerta de la habitación de Andrés.

En mis venas corrían las ganas de hacer que pagara por todas las veces que había abusado de mi.

Abrí la puerta lentamente y tratando de no hacer ruido, ya que era de noche y todos estaban acostado, no quería que nadie despertara y fuera arruinar mi plan.

Entré a la habitación observando que Andrés se encontraba profundamente dormido boca arriba. Me acerque a el y tomé una almohada que estaba libre y se la coloque en la cara para asfixiarlo. Empezó a moverse debido a que le estaba faltando el aire, yo presioné más la almohada a el terminando de asfixiarlo.

Antes de salir vi por última vez el cuerpo ahora sin vida de mi hermano.

—Te lo mereces.

—¡Lany!–la chica despertó.