-Creo que es mejor que no volvamos a estar juntos, solo llevas aquí un día y ya hemos tenido muchos problemas, créeme, te quiero y quiero estar contigo, pero creo que es mejor que hagamos el plan que tuvimos desde el principio, que salgas y conozcas a gente de aquí, James puede presentarte a muchas chicas y chicos, harás muchos amigos y podrás olvidarme.
-Y tú también te olvidarás de mi...
-No será nada fácil olvidarte, pero si es lo mejor para los dos te prometo que lo haré.
-Logan, pero yo te quiero, no me dejes por favor. -Me eché a llorar. Vi como intentaba levantarse a abrazarme pero su pie no se lo permitía, así que me tomé la libertad de tumbarme a su lado y él me cogió la mano.
-Será lo mejor para los dos, así Dustin también estará tranquilo al saber que tú y yo ya no estamos juntos. No te diría esto si pensara que es una mala idea, pero después saldremos ganando, tú serás feliz ____, y yo lo que quiero es eso, tu felicidad.
-Yo soy feliz cuando estoy contigo. Me da igual si peleamos, si me insultas... siempre he sido feliz a tu lado.
-¿Ah sí? ¿Incluso cuando de pequeños te dije que no quería volver a verte nunca más cuando me rompiste un balón de fútbol?
Recordaba ese día, recuerdo que lloré durante horas y horas, porque Logan me dijo que no quería verme más, pero también recuerdo que vino llorando a mi casa para pedirme perdón.
*Hace 10 años*
Estaba con mi muñeca peinándola y vistiéndola sentada en el jardín de la casa de verano. Veía a los chicos jugando con el balón y pensaba que en cualquier momento el balón aterrizaría sobre mi. Y efectivamente, el balón terminó aterrizando sobre mi cabeza porque Logan le había dado una patada mal y la pelota vino directa hacia mi. Me levanté muy enfadada.
-¡¡Logan eres un estúpido!! ¡Ya es la segunda vez que me das con el balón!
-No te doy a posta pero es que siempre estás en medio. Dame el balón.
-No te lo pienso dar, es más, lo voy a romper.
-No serías capaz. -Tiré el balón con todas mis fuerzas, encima del árbol que había sobre mi, simplemente intentaba asustar a Logan, nunca pensé que cuando el balón volviera al suelo, estuviera destrozado.
-Logan yo...
-¡Has roto mi balón! ¡Este balón me lo regaló mi padre! ¡Eres una niña tonta! ¡No quiero volver a verte nunca más! -Dijo Logan enfadado.
Entré corriendo a mi casa a buscar a mi madre, ella siempre me ayudaba cuando tenía algún problema, le conté todo lo que pasó mientras que yo lloraba y lloraba, ella me dijo que todo se solucionaría, que ahora mismo Logan estaba enfadado, pero que él me perdonaría pronto. Aún así me fui a mi habitación llorando, me sentía muy mal porque yo había roto el balón de Logan y él estaba muy enfadado conmigo. Él no quería verme nunca más. Me tumbé en mi cama con mi peluche y me quedé dormida, desperté por la noche porque mi madre me estaba llamando.
-____, ____, despierta, has dormido mucho esta tarde ya, además, alguien ha venido a verte. -Abrí los ojos y vi a mamá y en la puerta estaba Logan llorando. - Ven Logan pasa, si necesitáis algo, llamarme, estaré abajo. - Mi madre sonrió.
-¿Qué haces aquí? ¿No decías que no querías volver a verme nunca? -Dije llorando.
-Mentí, yo siempre quiero verte, no podría aguantar sin verte más de 5 minutos. Lo siento, sé que no querías verdaderamente romper mi balón y siento por haberte dado con el balón en la cabeza. -Él también lloraba, pero me dedicó una sonrisa.
-Yo no quería romper tu balón, te lo prometo.
-Lo sé, además, tú me importas mucho más que un estúpido balón. -Logan se sonrojó y yo también. -Creo que es mejor que me vaya a mi casa.
-Espera Logan. -Le agarré del brazo, le di la vuelta y le abracé, yo le importaba y eso hizo que este chico me volviera más loca aún.
*Vuelta al presente*
-Pero después viniste y me pediste perdón. Y me dijiste que yo te importaba.
-Siempre me has importado, en serio ____. Por eso, tenemos que hacer esto. Siempre podremos seguir siendo buenos amigos ¿no?
-Supongo que sí. ¿Un abrazo?
-Claro. -Me abrazó con fuerza y yo a él también, creo que este sería el último por un tiempo. - Echaré de menos estos abrazos.
-Yo también, pero no dudes que cuando necesites a alguien para hablar o incluso para que simplemente te de un abrazo, no dudes en llamarme a mi.
-Eso siempre. Te quiero.
-Y yo a ti. -Comencé a llorar, pero esta vez no estaba tan triste, los dos habíamos tomado esta decisión, supongo que ser amigos tampoco era algo tan malo. -¿Te duele mucho el pie?
-Un poco. Pero no te preocupes, se me pasará.
-Yo te cuidaré, amigo. -Sonreí.
-Claro que sí, amiga, me lo debes. Te llamaré a las 4 de la mañana para que me traigas un vasito de leche calentita para dormir mejor.
-Sí claro, y después te masajeo el otro pie, más quisieras. -Reí.
-Bueno, es mejor que vayas a cenar, hoy ha sido un día largo.
-Sí, hasta mañana.
-Adiós.
