Capítulo 21

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Logan me miraba molesto, aún así le sonreí porque eso de que estuviese celoso me encantaba. Me volvió a abrazar. De repente, vi llegar a Kendall y me separé de Logan para ir corriendo a abrazarlo.

-Te prometo que no volveré a dejarte sola nunca más, te lo prometo. Lo siento, no hice lo suficiente para protegerte. -Kendall estaba llorando.

-Kendall, estoy bien. Sí, lo pasé mal cuando se apagaron las luces y ahora tendré incluso más miedo, pero Ross me ha tratado bien, es más, el va a volver a ser el mismo Ross que era poco antes de que vosotros llegárais.

-¿Le has estado interrogando? ¿Has sacado toda la verdad diciendo cosas al azar hasta que él te ha obligado a callarte? ¿Has conseguido que él lo confesase todo? -Dijo Kendall.

-Más o menos. ¿Cómo sabes todo eso? -Preguntó Ross.

-A mi me lo hacía constantemente, es decir, supongo que conmigo era más fácil, ya que me conocía muy bien, pero... se ve que ha tardado poco contigo también. -Dijo Kendall riéndose.

-Eso también me sorprende a mi, ¿cómo has conseguido saber la verdad, sea cual sea, tan rápido? -Preguntó Logan.

-Tenía todas las piezas del puzzle, solo tenía que juntarlas. -Les guiñé el ojo y salí de aquel lugar, tenía ganas de salir a la calle. Vi a James y Carlos apoyados en el coche preocupados. James levantó la cabeza y me vió. Salió corriendo a ver que tal estaba.

-¿Estás bien? Hemos estado muy preocupados. ¿Qué ha pasado?

-Historia larga, James. Supongo que Kendall o Logan te la contarán encantados, yo ahora quiero dormir.

Aunque parezca impresionante, llevaba 9 horas encerrada en aquella habitación. ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? La verdad es que no sé si quería saberlo. Montamos todos en el coche, iba abrazada a Logan y no recuerdo más, me quedé dormida en sus brazos. Me desperté la mañana siguiente en mi cama, me di la vuelta para poder ver la hora, ya que el reloj de mi habitación está hacia el otro lado, y al darme la vuelta no pude evitar sonreír. Aquí estaba mi primo tumbado a mi lado. Supongo que se volvería a ir la luz y por eso se vino a dormir conmigo. La verdad es que no puedo creer cada cosa que me ha pasado cada vez que estoy sola y a oscuras. Pero es mejor no recordar. ¿Me levanto o no me levanto? Porque no tengo ganas de levantarme, pero ya es 'tarde'. Supongo que tendré que ir a desayunar, ducharme, vestirme... Mejor me quedo 5 minutos más en la cama y me lo pienso.

-¿Tantas ganas tienes de levantarte? -Me sobresalté un poco, pero era Kendall que acababa de despertarse y como no, sabía en lo que estaba pensando.

-¿Cómo sabes que estaba pensando en eso?

-Eres mi prima, llevo viviendo contigo toda la vida, créeme, es fácil saber lo que recorre tu mente. Además, si no lo adivino me lo cuentas tú, así que... -Se echó a reír.

-Es que cada vez que adivinas en lo que estoy pensando, me das miedo. -Me reí yo también. -Por cierto, ¿qué te trajo a dormir conmigo?

-Otro apagón de luz. No te dejaré sola nunca más.

-Lo de ayer no fue tu culpa Kendall... además, yo estoy bien. Y gracias al secuestro, puede que Ross vuelva a ser una buena persona. -Le dije intentando animarle.

-Lo de ayer sí fue mi culpa, debí salir corriendo a donde tú estabas y no lo hice. Me quedé quieto. Fui un estúpido.

-¡Kendall, no! Lo primero, no tuve que haberme adelantado tanto, no tenía prisa. Lo segundo, hiciste bien en no venir conmigo, tengo que aprender a superar mis miedos, que sí, que tuve mala suerte, otra vez, pero que por suerte no me pasó nada. Por favor, no te culpes. Porque tú no tienes la culpa.

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