Capítulo 31

65 4 0
                                    

        Narra Logan.

-No es nada. Cosas mías. -Ojalá algún día esas cosas suyas sean cosas nuestras. Estoy seguro que lo que le preocupa es aquello que pasó hace 4 años. Pero no quiero decírselo por si no es eso y le entra el miedo. Me arrepiento de todo lo que pasó aquel día. Me acuerdo de que estuvo llorando por meses cada vez que me veía, se me partía el corazón en miles de pedacitos al verla así.

-Pero... por favor, es en serio, sabes que puedes confiar en mi.

-Es algo que pasó hace 4 años, cuando fuimos a la casa rural... -Soltó de golpe pero hablando muy bajito, aún así, logré escucharla. Sabía que era eso.

-Yo... sabes que yo no quise hacerte daño y no voy a dejar que eso pase más, yo era un imbécil, tener 14 años me sentó mal, me convertí en un gilipollas y tú cada vez estabas más guapa y... lo siento, no sabes cuánto lo siento. -Me siento como una mierda, parece que tiene hasta ganas de llorar.

-No te preocupes, yo sé que no me harías daño, simplemente es algo que me tortura un poco todavía, es que fue un poco difícil superar eso para mi. -Me levanté y la abracé. -Logan, ¿tu pie? Es mejor que te quedes sentado.

-A la mierda mi pie, tú me importas mucho más que yo mismo. -Venga, ya. ¿En serio me voy a echar a llorar? Esta chica consigue que me eche a llorar cada vez que la veo triste.

-Oye, Logan... ¿estás llorando? ¿Por qué?

-Lo siento mucho por todo aquello. -Le susurré al oído.

-No seas tonto, no te preocupes de verdad, aquello ya pasó. Yo sé que tú jamás me harías nada, lo sé. No llores por favor, que sino voy a llorar yo también. Te quiero. -Le di un beso. Cada vez que me dice te quiero tengo que darle un beso antes de que mi corazón se me salga del pecho.

-Yo también te quiero. Muchísimo.

-Ve a ducharte, ya. Que los chicos llegarán ya mismo. Corre.

-Vale mamá. -Me reí y ella también. Cogí mis cosas y entré a ducharme. Ahora ya estoy más tranquilo.

        Narra ____.

Ahora estoy más relajada que antes. Se nota que se arrepiente de verdad, siempre que se hecha a llorar me entran ganas de que la tierra se abra a mis pies y me trague. Logan Henderson no es un chico que llore mucho, pero todas las veces que lo he visto llorar han sido por algo relacionado conmigo. Me tumbé en la cama un rato, no tenía ganas de levantarme. Tengo ganas de ver a Kendall. Sí, hace un rato lo he visto, pero esto se está empezando a volver un descontrol. Todo sería más fácil si volviera a casa, pero no quiero dejar a Logan, no quiero. Mi móvil vibra y veo que me ha llegado un mensaje de mi madre.

-Hija, no podrás esconderte de por vida. Tienes que volver. ¿No decías que siempre me querías ver feliz? Pues con él me siento bien, por eso, si Logan y tú no volvéis no podremos casarnos.

-No pienso volver. Al igual que a ti el señor Henderson te hace feliz, a mi Logan me hace feliz. ¿Tanto te cuesta entender eso?

-Terminarán por encontraros. Y tendréis que volver. Aprovechar mientras podáis.

Las lágrimas volvían a salir de mis ojos. ¿Por qué tiene tanto empeño en separarme de Logan? Mi madre y yo casi nunca discutíamos, nunca pensé que me hiciera algo así. Veo que Logan sale del baño envuelto en una toalla de cadera para abajo, tiene su móvil en la mano, está muy pálido cualquiera diría que ha visto un fantasma.

-Logan, ¿qué te pasa? -Pregunté bastante preocupada.

-Tenemos que irnos de aquí, nos van a encontrar, han mandado a mucha más gente a seguirnos. Ni si quiera Kendall puede salir de la casa porque están esperando para seguirlos. Tenemos que irnos un tiempo, lejos de aquí...

-¿Lejos dónde es?

-Kendall me ha dicho que o París o rendirnos...

-¿¡París!? Eso está demasiado lejos, vine para poder estar con mi primo, ¿no voy a poder verlo? ¿cuánto tiempo? -Logan no me contestaba, se había quedado paralizado. -Logan contéstame.

-1 año...

-No podemos irnos tanto tiempo.

-Lo sé, por eso, es mejor que nos rindamos... No podemos hacer nada.

-¿Confías en mi?

-Sí, ¿por qué?

-Pues vamos.

-¿A dónde?

-Tú ven y no preguntes, bueno, termina de vestirte. No tardes.

-Vale, pero... bueno no tardo.

Salí de la habitación, Ariana ya había llegado.

-____, me he enterado de todo lo que ha pasado, por eso podeis quedaros todo el tiempo que haga falta.

-Muchas gracias, pero ya tengo una idea, pero necesito un coche. ¿Me prestarías el tuyo?

-Sí... ¿Me cuentas que vas a hacer?

-Mañana te traeré el coche sano y salvo y te contaré todo, no preguntes.

-Está bien, toma.

Nothing Even MattersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora