-Eh, no... -Volví a sonrojarme muchísimo. En serio, esta no soy yo.
-Con que estás nerviosa ¿eh? Pensaba que tú eras la chica que nunca se ponía nerviosa, está bien estar en esta situación ahora mismo. -Se echó a reír y le miré confundida. -No me mires así, ¿qué tengo que hacer para que dejes de estar nerviosa?
-Un beso no estaría mal. -Mierda, he vuelto a pensar en voz alta.
-¿Con que pensando en voz alta eh? Bueno, tus deseos son órdenes.
Me dió un beso. Pero se apartó tan rápido que me entraron ganas de pegarle y decirle ¿en serio? Se echó a reir, sabía que me había molestado. Me volvió a hablar.
-¿Quieres otro? -Sonrió y yo asentí.
Me volvió a dar un beso, pero me había hecho lo mismo que antes. ¿Por qué? ¿Qué le he hecho yo? Se volvió a echar a reír.
-Bueno venga, te doy el último. -Volvió a sonreír.
Vale, esto ya definitivamente tiene que ser una broma. ¿Otra vez? ¿En serio? ¿Ni a la tercera? De repente sentí como toda la rabia pasaba por todo mi cuerpo. Le agarré de la camisa y le acerqué a mi, dándole por fin, un beso, pero uno de verdad. Me aparté al rato y se volvió a echar a reír. ¿Qué le hace tanta gracia? No entiendo nada.
-Por fin me das un beso preciosa. Pensaba que tendría que estar todo el día provocándote para que me besaras.
-¡¿Has hecho todo esto para que te diera un beso?!
-Estabas muy tímida tendría que conseguir que reaccionaras de alguna manera, ¿no? -Volvió a echarse a reír, en el fondo no me molestaba tanto que se riera, ya que su risa me encanta.
-Eres horrible. Te odio. -Me hice la ofendida y me levanté del sofá de camino a la cocina. Sabía que él venía detrás mía. Por eso no pude evitar sonreír.
Al llegar al pasillo de la cocina, que está justo al lado de la entrada, Logan me agarró del brazo y puso mi espalda contra la pared, puso sus brazos alrededor de mi cabeza.
-¿Ahora te haces la ofendida señorita Henderson? -Espera, ¿qué ha dicho? No puede ser, si no llega a ser porque está a mi lado juro que hubiese gritado de la emoción. Controlé mis emociones, conté rápidamente hasta 10 y contesté.
-¿Y qué se supone que debería de haber hecho?
-No sé, pero me esperaba otra respuesta por tu parte. -Se mordió el labio. Desde el día de la fiesta sé que significa eso, quiere que le de un beso. Pero... espera, lo de morderse el labio cuando hablaba conmigo, ¿pasó antes?
*Hace 6 años*
-¡¡____!! ¡¡____!! ¡¡____!! ¿¡Eres sorda!? -Escuchaba a Logan llamarme desde debajo de la ventana de mi casa. No voy a asomarme ahora, estoy vistiéndome. Seguía gritándome. Pero seguía ignorándolo. De pronto, alguien entró en mi habitación, casi me muero de la vergüenza al ver que era Logan y que yo estaba sin pantalones.
-¡¡Fuera de aquí!! -Grité.
-¡¡Perdón!! -Salió corriendo de la habitación avergonzado.
Pero más avergonzada estaba yo. ¿Cómo se le ocurre entrar de esa forma? Definitivamente este chico no está bien, debe de tener un problema. Pero ahora que lo pienso, ¿qué querrá? ¿por qué tanto empeño por hablar conmigo? Me puse los pantalones rápidamente y salí a buscarlo, estaba sentado en el suelo al lado de la puerta de mi habitación.
-____, yo... perdón. No sabía...
-No pasa nada. -Le interrumpí. -¿Qué quieres? ¿Por qué tanto interés por hablar conmigo ahora?
-Es que... -Se relamió los labios y seguí con mi mirada todo el procedimiento. -Me han invitado a una fiesta de cumpleaños pero no quiero ir solo y Kendall no quiere venir conmigo, ¿vienes tú? Por favor.
-Pero es que luego me dejas sola y te vas con tus amigos.
-No, te prometo que no te dejo sola, pero por favor, ven conmigo.
-Bueno... vale.
-Gracias, gracias. -Me abrazó, al apartarse me miró a los ojos, bajó su mirada hasta mis labios y rápidamente volvió a subir la mirada mientras se mordía el labio.
*Vuelta al presente*
-¿Siempre te muerdes el labio cuando quieres que alguien te de un beso? -Pregunté con curiosidad.
-Solo cuando quiero que me des un beso tú. -Me susurró al oído.
-¿De verdad?
-Sí, ¿no me crees?
-Cuando éramos pequeños también te mordías el labio cuando hablábamos. -Me miró y se echó a reír.
-¿Te has acordado ahora?
-Digamos que me he acordado de un día en concreto. Pero, ¿cuando te mordías el labio entonces, era porque querías darme un beso?
-Sí. Siempre quise darte un beso, pero es que parecía que siempre querías matarme.
-Es que quería matarte. Entraste a mi habitación cuando estaba semidesnuda, ¿qué esperabas que hiciera?
-¿El día en que te pedí que fueras conmigo a la fiesta de cumpleaños aquella?
-Sí. -Sonreí. - Aunque ahora que lo pienso, me voy a enfadar por lo de ese día. -Me miró confundido. -Sí, porque me invitaste a ir contigo porque Kendall no quiso acompañarte.
-Yo nunca le pedí a Kendall que viniese conmigo, pero si te decía simplemente que vinieras, me ibas a decir que se lo dijera a Kendall, ¿o me equivoco? -Se rió.
-No, no te equivocas. -Dije riéndome. - Por cierto, antes de que esta conversación empezara, tú habías hecho algo.
-¿El qué? -Se volvió a morder el labio sabiendo a lo que me refería.
Le dí un beso, después de todo, se lo estaba ganando. Me abrazaba todo el tiempo y yo sentía que el corazón se me saldría del pecho tarde o temprano. Empezó a bajar sus manos por debajo de mis caderas cuando...
-¡Por favor, muestras de amor en público no! -Era Carlos que acababa de entrar a toda prisa al piso, tapándose los ojos. Logan y yo nos separamos, yo me reía pero a Logan no parecía hacerle mucha gracia.
