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Aquella noche Tadano durmió en su sala, era extremadamente extraño que durmiera en su departamento y aún más extraño que lo hiciera en su sala, pero estaba acostumbrado a los asientos así que no le fue problema.

Y no iba a negar lo plácido que fue su sueño al ser lo último que vio el vídeo con Haida.

Tadano recordó la calidez ( o calentura) del momento. Como su mano encajaba perfectamente en la cintura del castaño, lo suave que era su piel para ser un hombre y sobre todo la mirada de deseo y felicidad que Haida le daba aún para estar ebrio.

Si su objetivo fue olvidarse de Retsuko aquella noche, vaya que lo había logrado.

Haida sobre sus piernas era pesado, pero no molesto, el roce de sus pechos desnudos, de sus labios recorrer la suave piel del menor y los labios del castaño haciendo un camino de su cuello a su hombro solo para acabar marcandolo, ¿Qué significado tenía aquella marca en su hombro ahora? ¿Solo que tuvo una buena noche de sexo?

El castaño sobre él fue el que comenzó a moverse para que sus entrepiernas rozaran y dar así el siguiente paso.

Un gemido ronco había salido de su garganta al sentir la presión sobre él, se preguntó si Haida ya había hecho aquello antes, pues sus caderas se movían perfectamente de atrás hacia delante y en círculos, aunque claro, Haida también era un hombre y de seguro sabía los puntos donde se sentía bien.

— ¡Maldición! — Se levantó del sofá para terminar corriendo al baño con su amigo más que despierto y tomar nuevamente un baño. — Es la segunda vez que me pasa...

Las gotas de agua fría recorrían su pálido cuerpo, la mordida en su hombro ya solo parecía una picada, pero no se desvanecía del todo al igual que su erección.

¿Qué es lo que necesitaba para calmarse si no era un baño? Suspiró agotado, ni pensar en Retsuko le servía en aquellos momentos, pero se encontraba tan cansado que decidió rendirse y dejar que el tiempo le ayudará a bajar su problema.

— ENI-O, ¿Cuáles son los planes de hoy? — Pregunto una vez se cambió con ropa cómoda y se recostó en su gran y vacía cama.

— Tiene una reunión en un par de horas con el presidente de Chararyman, sus demás reuniones fueron pospuestas por mi para la próxima semana. — Tadano sintió que su amigo jugaba en su contra al ser la única reunión que dejó la de Chararyman, donde trabajaba Retsuko y Haida.

Ahora no podía pensar en Retsuko sin recordar a Haida, ni recordar a Haida sin pensar en Retsuko, se talló los ojos desesperado, se estaba sintiendo un completo idiota.

— Si me permite aconsejarle, señor. Creo que debería separar su vida privada del trabajo como lo estaba haciendo antes de conocer a la joven Retsuko. — Tadano arrugó la nariz cuando escucho de nuevo a la inteligencia artificial.

— ¿Y volver a los cursos de manejo? No, gracias. — Suspiro y abrazo una de sus almohadas.

— Enfrentar los problemas también es una opción, puede iniciar disculpándose con el joven Haida por la ofensa, seguro se sentirán mejor. — Una máquina le estaba dando mejores consejos que una persona, Tadano se sintió extrañamente incómodo y orgulloso de si mismo por crear semejante inteligencia.

— Supongo que tienes razón.

Un rato después, Tadano se encontraba listo para entrar a las oficinas de Chararyman con un ramo de rosas. Tal vez debía embriagarse de nuevo para hacer lo que iba a hacer.

Sentía que la corbata le asfixiaba, cuando entro no se dirigió con el presidente con el cual tenía una cita, sino con los empleados, justamente a la zona donde trabajaba su ex novia.

Los trabajadores lo veían sorprendidos, algunas chicas ya envidiaban al dueño del regalo.

Cuando llego a la zona donde estaba Haida y Retsuko, todos dejaron de teclear para mirarlo, un nuevo problema aparecía ante Tadano y es que Haida trabajaba delante de Retsuko y Retsuko frente al castaño. Un ramo de flores, dos personas con las que debía disculparse.

"Vaya mierda" pensó el peli celeste.

............

PERDÍ LOS SEPARADORES O ESAS MADRES Q DECORAN, YA NI PEDO.


FIND ME [ Tadano × Haida ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora