-᥀Capítulo 32

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Narra Antonella;

El Uber no venía, se fue para cualquier lado así que empecé a caminar, ah y también de bronca lo desinstalé porque nadie me discrimina el hecho de no tener datos móviles suficientes, mucho menos una aplicación
Después de varios minutos de andar vagando por ahí ya no se ni por donde estoy

De repente me vibra el bolsillo del pantalón, me están llamando y es número desconocido, atiendo con un poco de duda

–Hola?

Anto..Veni a buscarme–. Dice alguien pero no lo puedo reconocer, es un chico

–Quien sos..–. Pregunto despacio, me estoy mareando un poco

Jerry...

–¿Donde estas Tomi?

–Te mandé la ubicación ya

...

–¿Pero que mierda haces así? ¿Quien te hizo esto..?–. Pregunté algo preocupada agachandome para verlo mejor, está en el piso tirado todo golpeado, eso sólo si quitamos la parte del pedo y la intoxicación que tiene encima

–No importa...quiero irme de acá ya..quiero ir a tu casa con vos, vos me tratas bien..–. Me habló en un tono de nene de jardín

–Tomi, estas lastimado posta y...y yo no me siento muuyy bien...

–Pero yo quiero ir con vos–. Lo pensé, no tenía mucho que pensar, asi que terminé aceptando

–Veni que te ayudo a levantarte

–No él no va a ningún lado con vos–. Dice una voz que me doy vuelta para confirmar si es quien creo que es

–¿Y por que?–. Traté de levantarme, no estaba funcionando pero al final si ah

–Porque tiene novia...

–Vos también tenías novio, sin embargo te importó tres carajos cuando le hacías petes

–No te incumbe

–Esto tampoco te incumbe a vos–. Repliqué cortante, con ganas de terminar la conversación a la vez que ayudaba a que C.r.o se levantara

–Tiene novia Antonella, le voy a decir

–Ecko también tiene novia pero igual te lo estás cogiendo tarada, aparte, que le vas a decir eh? Que estoy ayudando al novio para que no se muera desangrado acá? Haceme el favor de cerrar el orto Morena, que lo tenes bastante abierto ya–. Al terminar de decir esto atinó a pegarme pero Tomás la interrumpió

–Me duele el pecho Dally, vámonos rápido de acá–. Fue en ese momento que me di cuenta de algo, vine caminando pero a él no lo puedo llevar así, no veo su auto por ningún lado, las remiseras están cerradas y Uber ya saben que pasó.

Llamo a Ecko, atendiendo este enseguida, casi las cinco de la madrugada y él despierto, genial

Que pasa?–. Tenía la voz agitada, haciéndome soltar un suspiro

–¿Estas..en tu casa?–. Pregunto con la voz entrecortada imaginándome lo peor, se escucha del otro lado una respiración de mujer pero él tose y piensa que no me di cuenta

La próxima que pase por una puerta me agacho, no vaya a ser que me choquen los cuernos, la re concha de la lora

No linda..estoy con unos amigos

–Bueno–. Corté, volviendo a suspirar y mirando la lista de contactos, tantos y no puedo confiar en ninguno, tengo para llamar a algunos, pero no sé porque marco ese número. Que ya me sé de memoria, podría hasta marcarlo con los ojos cerrados

Que necesitas–. Atendió esa voz grave que tanto me gusta, me mordí ligeramente el labio inferior, acordándome cuando escuchaba su voz ronca cuando se despertaba todas las mañanas, ganas de tirar todo a la mierda y abrazarlo para no soltarlo nunca más

–Tomás esta mal, ayúdame Mau porfa

Que mierda querés que haga?–. Esa respuesta fue un cachetazo a la realidad, donde me arrepentí de haberlo llamado, no dije nada durante unos segundos. –Me vas a decir o sigo garchando?

¿Todos cogían a las cinco de la madrugada o qué onda?

–Ahí te pase nuestra ubicación, si no estas en 15 minutos lo doy como que no puedo contar con vos, una vez mas

–Amiga estas más confundida que daltónico diferenciando colores

–Ya estas mejor?–. Pregunté evadiendo ese tema

–Masomenos...no–. Respondió y asentí, después de un rato me miró. –¿Nos quedamos acá hasta que alguien quiera secuestrarnos o que?–. Me quedé pensando, no nos va a pasar nada, pero no nos podemos quedar acá toda la madrugada. Tampoco puedo estar como una pelotuda esperando a Mauro

–Arrancamos a caminar?

–Bueno dale–. Dicho esto empezó a caminar, haciéndome soltar una risita y frenarlo

–Para el otro lado Tomás

–¡CENFE!–. Escucho que gritan, C.r.o se da vuelta y saluda con la mano, me doy vuelta y veo a un Duki tomado, lpm estamos uno peor que el otro

–¡Duko! ¡MI HÉROE!–. El chico al lado mío extendió los brazos, con una cara de feliz cumpleaños tremenda

–¡Veni que te llevo a mi casa!

–Bueno dale vamos–. Se subió al auto, me quedé quieta mientras Duki ponía el auto en marcha, estos dos forros no pensarán en dejarme acá sola

–¡EU!–. Grité llamando su atención

–Ah Antonellita, llamé a Ecko y dijo que ahí venía a buscarte–. Me habló Mauro y se me pusieron los ojos llorosos, Ecko estaba con otra, no puedo verlo, no ahora

–No no me hagas esto Mauro por favor, llevame a casa–. Susurré bajando la vista, no quería que me vean así, vulnerable

–¿No querés estar con tu novio?

Dale pelotudo, casi garchamos en el auto hace unas horas y me estas diciendo que no te diste cuenta que no quiero estar con él?

–Estoy con Wos en mi casa, agradecele a él que me sacó a patadas para que los venga a buscar–. Se dirigió a mi una vez que me había dejado entrar al auto, igual para mí no llamó un carajo a Ignacio y nomás estaba boludeando pero bueno

–Yo voy a dormir–. Nos habló el chico de pelo azul, acomodándose en los asientos de atrás, Mauro empezó a manejar y al rato estábamos los dos solos despiertos

–¿Que pasó? ¿Por que casi lloras cuándo nombré a Ecko?

–Que te importa pelotudo, me preguntas por compromiso solamente

Y esa contestación de mierda, mi contestación de mierda, iba a hacer aquel viaje uno bastante largo















Les aclaro algo, de las edades, pq las cambié, Wos y Ecko tienen alrededor de 19/20/21 años pero acá tienen los dos 22, solamente para que Antonella no quede como que le gusten los menores ya que ella también tiene 22 ah

Mi mejor amiga|Duki [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora