Letter 9: Aravis

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Archerland, Día 12 del Mes 8 Año 9 del reinado de Cor I

Querido Cor:

Me acaba de llegar una carta de Corin el día de ayer, informándome que se encuentra muy bien y que todavía seguirá viajando. Aun no puedo creer que hace mas de año y medio que este fuera de palacio; recuerdo que partió unos pocos días después de que naciera nuestro hijo, sin decir nada y solo dejando una carta, pero sabiendo como es tu querido hermano, aunque lo hubiésemos sabido antes aun así no lo hubiésemos detenido.

 Pero lo que ahora más me preocupa y, uno de los principales motivos por los que te escribo, es la mención en su carta de incursiones de carlomenses en nuestro territorio. Menciona que cree que seria bueno reforzar nuestras defensas en las fronteras, pero ¿Tenemos defensores para darnos ese lujo, después de lo que esta pasando en Narnia con la desaparición de sus reyes?, yo no lo se muy bien, además esta el hecho de no saber a quien encargarle tan importante misión; sabes muy bien que lo haría yo misma, pero entre las cosas de palacio y nuestro hijo, no me queda tiempo.

 Por otro parte el segundo motivo, no tan importante como el anterior pero igual de necesario para mí, es para decirte que te extraño mucho. Y aunque, Ram no lo demuestre en el diario vivir pues está muy ocupado cometiendo travesura tras travesura, se que también te extraña sobretodo cuando escucho el tono de voz triste preguntando cuando volverás y su carita apesadumbrada cuando les contesto que no lo sé. ¡Ah! Nuestro hijo es tan dulce.

 Acabo de mirar hacia afuera y ¿Sabes lo que he visto?, una noche estrellada como cuando te declaraste, eso me trae tan buenos recuerdos. Fue cuando teníamos cerca de 16 años, era una noche como esta, en la que yo me encontraba llorando bajo el sauce mas grande de jardín, en ese entonces me sentía muy sola y desdichada; recuerdo que habíamos discutido, seguro por alguna tontería como siempre, haciéndome sentir que había perdido a mi mejor amigo, a mi compañero.

 Lo que no recuerdo es cuanto tiempo pase allí apesadumbrada, pero luego de un rato, tú te acercaste y me abrazaste con fuerza susurrándome un “lo siento” en mi oído, lo que hizo que levantara mi rostro y te explicara que lloraba por sentirme sola y no por una tonta pelea. Entonces me abrazaste con mayor fuerza aún y me dijiste que no tenia por que sentirme sola, pues siempre estarías a mi lado, porque me querías. No puedes imaginar lo feliz que me sentía después de aquella declaración.

 Creo que te hecho demasiado de menos y es por esto que tiendo hacer tanta reminiscencia. Vuelve pronto por favor, aquí todos te necesitamos tanto. Ahora debo despedirme Ram parece llorar por algo, así que deberé ir a calmar la pequeña tormenta.

 Se despide tu esposa que te extraña

                                                                       Aravis.

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