Je t'aime. // Marichat.

Capítulo 11.

— Marinette, Nino me invitó al cine mañana. — Dijo Alya feliz.

— Ay! Me alegro tanto amiga, enserio. — Dijo Marinette emocionada.

— Nunca te haz puesto a pensar, quien será Chat noir? — Dijo Alya.

— No, nunca. Me encantaría saberlo. — Dijo Marinette.

— Sea como sea, le gustas. — Dijo Alya gritando.

— Esta súper feliz pasando el tiempo con "Selina" así que no quiero hablar de él. — Dijo un poco enojada.

— Que celosa salió la niña. — Alya río.

— Cállate. — Respondió Marinette en broma.

— Salgamos al balcón. — Dijo Alya.

En el balcón.

— Lo extraño. — Dijo Marinette.

— Ay amiga, te entiendo. De verdad. — Dijo Alya con un tono triste.

— Pero no puedo hacer nada. — Dijo Marinette triste.

— Marinette! Mira, ahí está. — Dijo Alya emocionada.

— Le habló? — Dijo Marinette.

— Si! Respondió Alya. Los dejaré solos. Avísame si pasa algo.

— Está bien.

Narra Marinette.

Iba a gritarle, para que viniera al balcón. Hasta que atrás de él, apareció una chica. Selina. Me sentí una tonta, me sentí usada, lo quería tanto. Y ahora él estaba con alguien más.

Narrador.

Marinette estaba a punto de llorar, hasta que Chat noir la vio. Y Justo Selina lo abrazó. Soltó a Selina y corrió hacia su chica.

Marinette salió corriendo y cerró la ventana, no quería saber nada de chat noir.

Chat noir golpeaba la puerta para que le abriera, para explicarle lo que vio.

Marinette lo único que le decía era que se fuera, mientras Alya abrazaba a su amiga.

...

— Marinette yo te amo. — Dijo Chat noir.

— No, no me amas. Eres un idiota. Ándate — Dijo Marinette llorando.

— Este idiota haría lo que fuera por ti, Marinette. Pero si así lo quieres, me voy. — Dijo Chat noir a punto de llorar.

Narrador.

Cuando Marinette abrió la puerta, él ya no estaba.

...

— Marinette, vamos tienes que dormir. — Decía Alya.

— No quiero, no quiero. — Decía Marinette.

— Que puedo hacer por ti? — Decía Alya preocupada.

— Nada, solo quiero llorar. Soy una tonta. —Decía Marinette gritando.

— No lo eres, él te quiere. — Dijo Alya.

— No! No me quiere, lo odio. — Decía Marinette.

— Marinette, él te ama. — Dijo Alya.