Me despertó el olor a canela con café y huevos fritos con tocino.
-mmm... delicioso,- estoy en el sofá de mi departamento, me duele el cuello -oh joder que dolor...- veo unos ojos violeta que recorren mi cuerpo, diablos como puedo estar así en mi casa cuando esta ella aquí, pero me siento tan normal que no me importa -hola buenos días Rukia, digo si me dejas llamarte así- me levanté sólo con mis jeans recogí las cobijas y mi playera del suelo para entrar en mi habitación.
-si... no hay problema, hice el desayuno en agradecimiento por dejarme quedar aquí- escuché como ponía platos sobre la mesa, me puse una playera de manga larga ya que aún se colaba un poco de frío me senté frente a ella, mis ojos recorrieron todo su cuerpo, era simplemente perfecta, no sobre pasaba mis hombros, tenía una cintura pequeña pero firme, todo de ella me encanta.
-que bien huele- me entregó el plato lleno de huevos y tocino, al igual que una taza de café con canela, simplemente un buen desayuno, de universitario -y tu estudias por aquí oh por que estabas fuera de una fraternidad?- no podía dejar de mirarla me tenía hipnotizado.
-no, lo que sucede es que fui a ver a mi novio y pues tuvimos una discusión... ese idiota manipulador- sus ojos daban a conocer su enojo, me sentí decepcionado por que tenía pareja, soltó su taza y toco una de mis manos -gracias por escuchar la platica tonta de una persona que apenas conoces... y por hospedarla por una noche- me soltó y término su desayuno.
-si... no hay problema, ¿puedo hacerte unas preguntas?- quiero saber más de ella, se que suena muy acosador pero me intriga demasiado.
-claro yo también quería preguntarte cosas, además quien se priva de información?- jugueteo un poco con sus dedos y sonrió intrigada -¿Puedo iniciar primero?- su cara de niña ansiosa me embrutecio y accedí -¿cuántos años tienes, de donde eres, por que te apiadaste de un extraño, me intentate hacer algo, eres virgen, por que vives sólo...?-las preguntas brotaron como agua por su boca la detuve cuando me levanté de la silla.
-espera, por favor... te responderé las únicas que pude escuchar, se nota que eres muy curiosa- se sonrojo y sus ojos no se apartaron de mi -tengo 19 años, soy de Georgetown, me apiade de ti por que no quería que alguien muriera bajo la nieve, no intente hacerte nada tengo modales, no soy virgen y vivo sólo por problemas en la sociedad por el color de mi cabello en general y por si lo imaginábas no, no soy gay- la mire por un rato esperando que hiciera alguna otra pregunta extra o algún comentario de por que era tan frío.
-acabas de responder CASI todas mis preguntas al parecer si le pones atención a una mujer- sonrió y cambio de posición a una más intelectual -y bien que quiere saber de mi muchachito, soy un libro abierto- apoye mi barbilla en mís manos respire hondo y comencé, le hice varias preguntas entre ellas el por que tuvo una discusión, su edad y si vivía sola o con familia.
-bien una cosa más ¿podemos vernos más seguido? me agrada tu compañía- me sonrió y asintió levemente con la cabeza, mis ojos se llevaron de emoción que se perdió cuando sonó mi alarma para ir a clases (maldita sea por que el mundo no se puede detener por un segundo para disfrutar de lo bueno y malo de la vida) -bueno... me tengo que ir, el profesor no espera a nadie, puedes irte cuando gustes sólo asegúrate de que la puerta este bien cerrada- me cambie lo más rápido que puede, pero me detuvo antes de que cerrará a puerta.
-podrías llevarme... no quiero estar sola sólo hasta la biblioteca... no molestare más, bueno hasta la noche- parecía nerviosa, sé notaba el miedo en sus ojos... (espera, ella dijo noche...) no pude evitar fantasear un poco pero me obligue a sacar esos pensamientos de mi mente -bueno... futuro doctor si me acompañará?- movió sus manos frente a mi para sacarme de mi trace.
-c-claro... jeje por cierto que estudias? te he visto muchas veces pero nunca he descubierto que...- guarde silencio al reaccionar que me había declarado un acosador.
-oh... bueno yo estudio psicología me gustaría curar el alma de las personas por más acosadoras que fueran- me miró con ojos con esos ojos hermosos pero devoradores que tiene y sonrió lo que me hizo sonrojar un poco -bueno... nos vamos pequeña fresa?- guiño un ojo picara y salió delante mío.
-soy más alto que tu enana!! y que si soy un acosador- cerré la puerta y la vi esperándome en las escaleras.
-yo nunca dije que tu fueras un acosador... gracias por delatarte- soltó un pequeño beso al iré y bajo dando brincos.
-MALDICIÓN VUELVE PEQUEÑA IMPOSTORA!!- no tenía miedo de ser yo mismo a su lado, que será de mi futuro ahora.

ESTÁS LEYENDO
Shadow
FanficEn la oscuridad se puede encontrar felicidad... Los personajes no son obra mía le pertenecen a Tite Kubo, la historia es completamente de mi imaginación, puede ser utilizada por alguien más sólo conserven la firma. Ailyn G.S.M