Secreto Mortal |REESCRIBIENDO|

Capítulo 7

11 de Abril de 2018.

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—¿Así qué te rendiste?

Casi me atragantó con el pedazo de pan al escuchar eso. Mis ojos se desviaron a mi mejor amigo, mirándolo como si le hubiera crecido un tercer ojo.

—¡Por supuesto que no! —negué exageradamente— Una cosa es volver a mi casa, y otra muy diferente es rendirse ante esa cuerda de imbéciles.

Lucas estaba en la silla del escritorio con un libro en mano, Jessica comía cereales en el piso mientras veía un reallity show que no conocía, y Coraline estaba tirada en mi cama con pereza.

Había vuelto a mi hogar. Nikolay estaba en lo correcto, no podía abandonar a mi madre y a Dave, y mucho menos podía dejar mi casa por ellos. Pero, ciertamente no pensaba quedarme de brazos cruzados. ¡En lo absoluto!

La voz de Jess interrumpió mis pensamientos.

—No entiendo, estabas furiosa y llena de sed de venganza. Ahora de un día a otro cambiaste de parecer, ¿por qué? —Dejó de prestar atención a la televisión para mirarme interrogativa.

Bufé con cansancio, era la tercera vez que repetía lo mismo, —No cambié de parecer, aún los quiero fuera de mi casa y mi vida. Pero preocupando a los que son mi verdadera familia no iba a lograr nada —mi voz se tornó sombría—. Hay un dicho que dice: «Mantén a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca».

Coral me dirigió una mirada malévola, la resolución pintando en sus ojos, me señaló furtivamente, —Tienes un plan maquiavélico rondando por esa perversa mente, ¿no es así?

Le sonreí mostrando mis dientes, cambiando mi rostro pícaro por uno angelical, —Solo digo, que tal vez no pueda echarlos... Pero nadie dijo nada sobre espantarlos.

Lucas estaba de espaldas a nosotras, pero en un movimiento fugaz, se giró sobre su propio eje, para mirarme con una sonrisa de oreja a oreja.

—Eres una diablita muy mala —podía percibir el deje de orgullo en su voz, eso solo logró acentuar más mi sonrisa. Se inclinó curioso hacia mí—. ¿Qué tienes en mente?

Me levanté de la alfombra para pasear alrededor de mi habitación, —Aún no puedo decirlo, pero, te aseguro que será algo grande. Y muy pronto, verán a todos esos idiotas huyendo de mi casa.

Jess suspiró y cambió de canal hasta decidirse por una película de vaqueros a petición de Coral. Podía notar genuina preocupación en su rostro, —Sabes que siempre te vamos a apoyar en cada decisión que tomes, Adara. Pero, tengo miedo de que todo este odio termine llevándote por un camino del cual no puedas salir luego.

El escuchar mi segundo nombre fue una clara señal de que hablaba en serio. Me senté a su lado, la tomé por los hombros y la apreté con suavidad, —Solo quiero un poco de paz mental, Jess. Estar... bien con mi pasado, pero si el vivo recuerdo del infierno que pasé está a solo metros de mí, nunca voy a lograrlo.

Asintió un poco más calmada. Coral se levantó de la cama y se tiró también en el suelo alfombrado, Lucas la imitó.

—Cuéntanos, Gruñosito, ¿Cómo vas con Parrish? ¿Ya le declaraste amor eterno?

La pregunta de Coral descolocó a Lucas, sus mejillas se tornaron rosáceas, bajó la mirada avergonzado.

—Algo así... Me presenté, y dijo que era dulce.

Entorné los ojos, —Eso es una buena señal.

Mis palabras sonaron más como pregunta que como otra cosa.