Secreto Mortal |REESCRIBIENDO|

Capítulo 12

──────• § •──────

En la actualidad.

—¿Qué más recuerdas, Juliett?

Parpadeé, cortando mis pensamientos. Miré al oficial, nuestros ojos conectaron, pero me vi en la obligación de apartar la mirada.

Me sentía desnuda, vulnerable, frágil. Estaba eliminando cada capa de mentira que me cubría a la par de mis palabras. Estaba haciendo lo que juré no iba a hacer.

Decir la verdad.

—Ya le dije que mis recuerdos en ese tiempo eran confusos, no eran confiables —abracé mis brazos en un intento de consolarme a mí misma cuando las imágenes volvieron a mi cabeza—. Solo sé que él estuvo ese día. Ese día me rodeé de traidores y asesinos sin siquiera sospecharlo. Pero una cosa si era segura, sabía que el asesino de mi padre había entrado en mi habitación, que estaba más cerca de lo que pensaba. Él estaba acorralándome, moviendo las piezas del juego sin yo saberlo.

Él suspiro, anotando algo en su carpeta. Rasqué mi brazo frenéticamente. Miraba alrededor, cerciorándome de estar a salvo en esas cuatro paredes blancuzcas.

«Estás segura. Él no puede encontrarte aquí. Él no puede hacerte daño».

Traté de calmar mi respiración, pero la idea de estar encerrada me devolvió a los recuerdos de hace solo días. Quería huir, correr sin mirar atrás.

—¿Lo odias? ¿Por traicionarte? —ladeó la cabeza— ¿Sientes que tomaste la decisión correcta al matarlo?

Apreté mis puños. No quería seguir, no podía hablar de él sin que cada recuerdo me atravesase como una lanza directa a mi corazón.

—No se odia a los muertos. Es inútil —solté con una sonrisa amarga—. Lo maté porque no tuve otra opción.

—Siempre tenemos otra opción.

—¡No! —ladré, cortándolo de tajo— Yo jamás tuve otra opción, fui controlada y manipulada por mucho tiempo. Yo no tuve la oportunidad de tomar mis propias decisiones, eso se me fue arrebatado.

Suspiró y se recostó en su silla, sus ojos oscuros me siguieron recorriendo con la mirada.

—Muy bien, sigamos. ¿Qué significado tiene ese día para ti? ¿Por qué es tan importante?

Mordí mi labio inferior, curvándolo en una sonrisa nostálgica.

—Ese día fue el comienzo y el final de todo —me perdí en los recuerdos—. Fue el último día en que pude ser Juliett Hudson antes de perderme para siempre, el último día antes del comienzo de la guerra que se avecinaba, porque estaba allí, frente a mí, esperando pacientemente para dar el primer golpe. Para arrebatármelo todo.

──────• § •────── 

17 de Abril de 2018.

Cuando atravesé la puerta, el peso en mis hombros desapareció. Las risas de todos ahogaron el deseo de volver a mi habitación y revisarla hasta el cansancio.

No tendría que ignorar el hecho de que alguien había irrumpido en mi habitación, tal vez la misma persona que había estado acosándome por teléfono, tal vez la misma persona culpable del accidente donde mi padre perdió su vida. Pero no podía contarle a nadie, no cuando mamá cargaba una sonrisa gigante en su rostro, o cuando todos estaban celebrando una tarde en familia.

No podía arruinarles esto por locas teoría en mi cabeza que ni siquiera podía confirmar.

Camine junto a Devon hasta acercarnos a todos. Mamá nos sonrió y se acercó.