Capítulo 3

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-Qué día mas triste, ¿no?-le dije a mi padre.Él estaba muy callado.

-Ah ah..sí,sí...-responde llevándose su taza de café expreso a la boca.

-Viejo, ¿qué pasa?¿Tinder otra vez?-intento hacerle sonreír.

-Boludo...ayer hice una amiga en la playa, era tan...hermosa

-Mucha información, eres el mismísimo FBI,pá-digo con sarcasmo-Me parece bien que conozcas mujeres-Es la verdad. Se lo merece.

-¿No tienes guardería hoy?-empieza con su tono bromista de todos los días y noto que su expresión va mejorando.

-Internado, don Alejo- contesto haciendo un baile de Fornite antes de dirigirme a la puerta del apartamento- Nos vemos en la tarde, papá.

-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------La entrada del Internado Goethe está repleta de ingresados notoriamente brasileños y extranjeros de entre 16 y 20 años. Consta de 5 edificios y un campo deportivo digno de unos juegos olímpicos, separados por bancas  estilo bohemio y una cafetería pequeña cerca al edificio administrativo, que es la más importante de todo el internado.

Estando en la oficina de registros, doy mis datos y algunas secretarias voltean a verme. Si supieran la edad que tengo. Recibo una credencial con mi foto y toda mi información en ella, incluyendo otra hoja de color rosa con mi horario y mi tutor, ya que a cada estudiante se le designa uno sea maestro u otro estudiante de algún grado superior de tu especialidad.

Recorro el edificio de redacción, de estilo barroco con lockers marrones y alfombra roja en el suelo.Me dirijo al aula B para mi primera clase del día. El salón es bonito. Como diría Sherk: "Lindo pueblo, muy limpio". Al cabo de 10 minutos ingresa una mujer algo ojerosa pero entusiasta; seguramente de treinta y tantos años.

-Ingresados, mi nombre es Sofía Navarro, soy la representante de la especialidad de redacción, llevarán la clase del mismo nombre conmigo.

Sofía empieza a enumerar a todos los estudiantes de la clase B nombre por nombre. Todos responden con un "aquí"

-¿Navas Fabricio?-alza la mirada entre el alumnado.

-Aquí- digo levantando el brazo.Estoy un poco nervioso. Y sudado. Al encontrarme sentado en un pupitre del lado izquierdo del salón, Sofía sonríe. ¿Acaso coquetea? Basta, Navas. No todas quieren contigo por ser italiano.

La señorita Navarro, como dice que quiere que la llamemos, continúa pasando lista. O...P...Q...R...S

-¿Shelley Alanís? - detengo mis ojos que se encontraban pegados al suelo. Me suena ese nombre.

-Aquí-responde una muchacha con la que llego a coincidir miradas. Ojos delineados. Mantiene por unos segundo los míos para terminar desviando los suyos hacia cualquier lado que no me implique.

Andrés tenía razón: es maja.

-Bueno estudiantes-alza la voz Soafía al percatarse del "momento especial" que existió entre Alanís y yo- esta es nuestra primera clase así que me gustaría saber de ustedes: sus aficiones, de dónde vienen y lo que esperan conseguir al salir del internado. ¿Algún voluntario?- sonríe esperando alguna señal de vida que provenga de las carpetas. Nadie pelea por salir, o almenos se inmuta ante la pregunta.

-Okey, en vista de que estamos muy tímidos, escogeré yo- repasa los rostros de cada alumno y se detiene en ella. Alanís- Usted señorita, sea amable y pase al frente a presentarse- agradezso internamente el no haber sido escogido; algo bueno trae eso.

La veo desde aquí y se le ve seria. Alanís Shelley no muestra síntomas de nerviosismo gracias al primer día; se pone de pie y camina hacia el pizarrón muy decidida y contenta. Ya estando adelante, me voy percatando de cada detalle de su rostro, por lo que tomo una sticknote(1) y empiezo a escribir con lujo de detalles lo que voy observando en ella.

Espera Fabricio, acaso no era... Oh mierda. ¡Es la hija del dueño! Está prohibida, ¿okey? No quieres tener problemas con el boss(2), ¿o sí? Claro que no, no seas idiota. Arrugo el pequeño papel pero alguien me lo arrebata de las manos.

-Jodeeeeer- giro. Es la maestra Sofía. Estoy cagado. 

Desenvuelve el papelillo y lee para sí misma, mientras alza las cejas como si tuviera el manifiesto comunista en las manos. Aclaración: esta nota con adjetivos no es tan interesnte como lo ya mencionado. No jodas, Sofía.

Ruego que no lo lea en voz alta.

-Hey, ¿cuánto a que Sofía te dirá "nos vemos en el receso"?- me susurra un compañero que está sentado delante mío. Es un friki, conozco a los de mi especie.

-A ni un solo real, pavo- respondo con desgano intentando sumergir mi cabeza entre mis largos y pálidos brazos.  Porfa no le diga, porfa no le diga. 

-Siéntese, Shelley- Alanís la mira con confusión y empieza a nombrar apellidos con un "y" en el medio.

No soy un especialista en tareas escolares pero creo que trabajaremos en parejas. Algo irá mal. Ya me estoy meando del susto. Fabricio, mejor méate aquí antes que allá.

-Y finalmente Navas y Shelley- Sofía está mas que contenta al haber designado los dúos. Yo=cagado.

-Pues verán, haré una explicación rápida sobre lo que haremos- frota sus manos con un poco de desinfectante-Cada uno le formulará 10 preguntas a su compañero y, en base a las respuestas que él o ella den, deberán crear una pequeña historia en la que esa persona sea la protagonista. Usen sus miedos, sus sueños, sus cosas favoritas, para que sus historias guarden relación con lo real. Tienen dos semanas para hacer sus respectivas redacciones. Buena suerte-toca el timbre que indica 15 minutos libres, tal y como dice en el horario.

Veo que Alanís se acerca a mi algo insegura, pero termina acercándose con una enorme sonrisa. Es hermosa. Toda ella lo es. Déjate de idioteces, Navas. No es para ti. Quedo desconcertado luego de la primera frase que recita para mi.

-Y...¿Cuándo nos reunimos?.

No puedo hacer más que mirarla. 

































(1) notas adhesivas. 

(2) jefe en inglés.

Feel: Lo que sientoWhere stories live. Discover now