Capítulo 4

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-¡Silencio!- grita llorando la hermana menor de los Díaz- ¡Paren ya!-intenta separarlo, pero es imposible.

-¡Cierra el maldito hocico, Abigail!- le dice Josué, mirándola a los ojos llenos de ira, como los de un toro en una corrida.

Todo está muy callado. Abigail y su madre llorando desconsoladamente. Sus dos hermanos han peleado. Josué y Arlo jamás lo habían hecho. Llegaron a los golpes, y ano importarles la presencia de su progenitora entre ambos. Sólo por algo ridículo.

Esa discusión fue el punto de quiebre de la relación de hermanos que tenían. La vida los destinó a ser compañeros y mejores amigos, pero los problemas se encargaron de pudrir ese amor de hermandad  que debía reinar. Sus corazones ya no eran amables, sólo había horror, odio y rencor en ellos; ya no existía la unión, reinaba la discordia.

La madre de Abigail, ya con problemas de salud severos, no podía hacer más que llorar y pedirles que la riña se terminara.

-Son hermanos, ¿por qué hacen todo esto? Viven juntos para que se cuiden , pero se dedican a discutir- declara entre lágrimas Yolanda.

Abigail, en su frágil conciencia, no puede hacer mas que desear que todo se termine: los gritos, esos golpes, las palabras que dejaron entre ver que esa pelea era la cobranza de muchas burlas, insultos y discusiones que quedaron sin ser solucionadas.

-Arlo...-dice ella sin dejar de llorar- ¿Por qué nos hacen esto?

Arlo no hace mas que bajar la cabeza y abrazar a su hermana.

Nada será como antes. 

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-Y James, ¿listo para impresionar?-dice mi padre interesado al 100%-No dejes mi apellido en la ruina.

-Papá, tenemos a Alanís, ¿lo olvidas?-contesto rodando mis ojos aprovechando de que es una llamada y así no puede observar tremendo gesto. Detallazo.

-¿Cuándo es tu primera clase?- ya se lo había contado.

-Hoy en 30 minutos, padre-respondo frotando mis ojos.Estoy irritado.-Papá, ya me voy, debo estar listo.

-Está bien, hijo- se detiene un segundo- pero recuerda lo que siempre digo: "Sé el mejor o no seas nada", ¿Okey?

-Ooookey-llamada terminada.

-Sólo le preocupa su reputación- bajo la mirada.

-¿Qué dijo, joven James?-dice Josefa, la criada. Menudo susto.

-Eh ehh eh nadie, Josefa. Ya debo irme-cojo mi maletín y mi estuche con el violín dentro.

-Joven, espere, su desayuno-me obliga  ir con ella. Sigue sin entender que detesto desayunar. Ese desayuno se irá pronto.

Ya en la cocina, me encuentro con una variedad de manjares, desde frutas y vegetales hasta hot cakes con miel de maple encima y muchos batidos con quién sabe qué. Probablemente con energizantes. Se ve apetecible...

-Puede comer lo que desee, joven-Josefa interrumpe mis pensamientos con aquella frase que nada más es una formalidad. Toma un trapeador y una batea y sale de la cocina dejándome a solas con la comida. Sé que debo comer. Sé que debo hacerlo. Lo hago.

Empiezo por un jugo de naranja y algarrobina, sigo con un plato de huevos y beicon, y termino dándole una mordida a una pera. Todo fue exquisito, no mentiré.

Me levanto y detengo un momento en mi habitación. Había olvidado unas partituras. Esto es un caos. Suerte que hoy hay limpieza general.

Encuentro las partituras en una pila de libros y dibujos. Ya con estas en la maleta, giro y lo primero que veo es el baño.

Mi aliado. Mi compañero. Y no por lo que muchos pueden estar pensando ahora. Para mi, es más que un lugar para hacer nuestras necesidades: bañarnos, lavarnos los dientes, hacer del uno y del dos...Para mi, es un lugar seguro.

Me dirijo al baño. Creo que ya es hora antes de que siga el proceso de digestión. Debo hacerlo antes de que sea tarde.

Cierro la puerta con seguro. Estoy solo. Como siempre. "Debes concentrarte, James" "Sólo hazlo" 

Arrodillándome, voy subiendo las mangas de mi jersey azul y detengo mi cabeza a una distancia prudente del excusado. Es hora. 

Al cabo de 5 minutos, ya está todo allí. Los huevos, el beicon, la fruta, con un ligero tono amarillento; seguramente por el jugo de naranja. Tiro la llave y veo como se van los respos del desayuno. Listo para la escuela.

Ya en las puertas de "La Casa Shelley" veo a Julia, la sobrina de Josefa, de ascendencia española. Es demasiado bonita. Lleva 5 meses en la casa, ayudando a su tía en la limpieza y el cuidado del jardín . Entre todas esas plantas y flores multicolores, cuando ella está allí, es como si fuese una flor más, incluso más hermosa que cualquiera de ellas. Aquellos ojos negros, puros como el café; su piel con tonos morenos, sus labios carnosos y ligeramente m¿rosados. Sencillamente era ella. Era preciosa.

Se percata de que la observo y lo único que hace es sonreírme e irse dentro de la mansión.

Lástima que esa sonrisa jamás podrá ser mía.

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-¡James!¡James!-es Alanís, obviamente.

-Hola, nena- le doy un fuerte abrazo. Alanís se independizó de mi padre desde el verano, por lo que ya no vivimos juntos y mucho menos nos vemos seguido. Pero ahora que estamos en el internado, podré seguir viéndola.

-James, es el primer día y ya voy detestando a alguien de redacción- dice a manera de puchero.

-Tal vez porque sabe que es mejor que tú, hermanita- la empujo un poco y ella ríe es dentadura idéntica a la mía.

-Claro que no, iluso; se llama Fabricio Navas, y no me agrada. Debo trabajar con él para una tarea.

-Wouh... los de redacción son tan hábiles que apenas empieza el curso ya dejan trabajos importantes. Tontos-trato de ofuscarla. Me da mucha gracia cuando se enoja.

-Lo dice el prodigio musical que solo lee partituras como si leyera chistes- ella continúa con la broma.Por eso la quiero.

Toca el timbre y sabemos lo que significa.

-Bueno, bueno, hermoso y bello hermano, debo ir a escritura creativa- se lanza sobre mi y me da un beso en la mejilla.-Iuuug, Alanís, ¡en la escuela, no!- me limpio el beso que me dejó de color rosa bebé.

-Ja,ja, luego extrañarás eso, tonto- se da la vuelta y camina por el pasillo.

Casi siempre Alanís dice cosas como esa, como si en algún momento ya no fuera a estar. Medito sobre eso mientras toco una sonata 26 de Mozart intentando que todo tenga sentido. No quisiera perder a mi chica favorita. Jamás. 

Feel: Lo que sientoWhere stories live. Discover now