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¿Quien Tine La Última Palabra?

Se encontraban Akihito y Asami en la sala de su casa, discutiendo. El rubio quería salir a la fiesta de cumpleaños de su amigo, pero al estar casi en celo el azabache quería evitar que saliera.

—Debes de entender, estas a días de tu celo — Lo miraba con intensidad intentando que dejara de insistir

—Quiero salir Asami, tengo tiempo sin ver a mis amigos y tu estarás ahí conmigo — Mantenía su mirada al margen insistiendo con esta mismas

Los dos soltaba un sonoro suspiro de molestia y enfado, llevaban al menos unos 20 minutos discutiendo, era cansado para los dos no poder conseguir lo que querían. Asami tañaba su rostro evitando salir abruptamente del lugar y terminar gritándole, por otro lado Akihito jugaba con los dedos de sus manos evitando llorar de la impotencia.

—Podría tomar supresores… —Aquella idea espontánea fue callada de inmediato

—Ni lo pienses, sabes que los odio — Akihito hizo el mohín  de hablar pero no pudo — Deja de insistir

Grave error, el azabache había utilizado la voz de mando contra el rubio lo que hizo que se esté se hiciera bolita en el suelo, mostrando sumisión contra este, y antes de que el alfa pudiera remendar su error el omega estaba soltando más su aroma y emitiendo aquel sonido tenue que usaba cuando necesitaba a su Alfa y aquello fue lo que derrumbó al azabache.

—Por favor Ryuichi — Miraba con ojos de cachorro a su pareja, manipulándolo con sus encantos

Y eso fue con los que terminó por hacer que Asami cayera en la trampa de su pareja. Lo tomó en sus brazos, besando por dónde caían sus lágrimas, mientras sus manos acariciaban su espalda con delicadeza, se sentó en el sillón más cercano dejando al rubio en sus piernas.

Ninguno de los decía nada, lo único que se escuchaba era el pequeño sollozo del menor.

—Esta bien, podemos ir, pero no te separes de mi — El rubio al ver que su plan había funcionado se alegro

Entusiasmado se levantó del regazo de su pareja, dándole algunos pequeños besos en el rostro para después salir de la sala para así arreglarse antes de que su amante cambiará de idea.

Asami suspiro tras ver que Akihito dejaba el lugar, al final de una discusión el menor siempre se salía con la suya, pues de alguna manera lo hacía caer ante sus encantos engañosos, no podía resistirse sobre el encanto de ese chico de ojos ámbar que tiene por pareja.

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El azabache estaba en esperando al rubio, no podía entender que tanto hacía para tardar tanto en poder arreglarse – podía ser lo vanidoso que era este –, terminaba tardando horas y por ende siempre llegaban tarde a las reuniones que tenían – algo que odiaba el azabache –

—¿Podrías apresurarte un poco? — Miraba su reloj con desespero

—¡Ya voy! — Tras decir aquello pasaron unos minutos más para ver que el rubio saliera
Asami inhaló con fuerza topándose con una aroma dulzón el en aire, sabía lo que significaba ello por lo cual no pudo disimular la sonrisa ladina de su rostro, pensaba que nunca podría darle su merecido a su pareja ahora estaba ese momento donde podría cobrar venganza.

—Sabes bebé, creo que el karma está de mi lado esta vez  — Akihito al no saber de lo que hablaba lo volteo a mirar con duda

Este se acercó al cuello de su pareja para empezar a olerlo y lamberlo sin pudor alguno. Lo puso contra la pared haciendo que soltara un pequeño gemido de sorpresa y dolor, su cuello era estimulado por su boca la cual dejaba lambidas y una que otra vez daba succiones dejando su piel rojiza, su respiración empezaba hacerse más pesada y sus mejillas ardían empezando así a colorare. El ambiente se ponía cada vez más caliente haciendo que cierta parte de su anatomía empezará a despertar y era claro que su alfa lo sabía.

—Tu olor se hizo más intenso y dulce, eso quiere decir que tu celo no tarda en llegar — Akihito estaba aún posado en la pared intentando no caer — Vámonos, ya es tarde

El rubio sentía como su entrada ya están empezando a lubricarse y como sus piernas apenas y lo podían sostener en pie, sabía lo que le esperaba a la hora de regresar, que por una parte le agradaba y por otra temía por cómo terminaría a la hora de su celo.

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Publicado el 18/05/2020

Editado el 12/04/2021