Perfume
—Tomioka-san, ten cuidado. Ese aroma es atractivo para los demonios, y no dudarán en atacarte.
Esas fueron sus palabras, debió tomarlas en cuenta mucho antes, pero no hizo caso.
Estaba en su dormitorio, recostado en su futon, sus ojos se entrecerraban como sinónimo de cansancio por un duro día como pilar. Una vez pudo conciliar su sueño, quedó rendidamente dormido.Un olor extremadamente dulce, inodora para los humanos, pero muy abundante e impetuosa para cierta demonio que dormía en una caja. El aroma se trasladaba como el humo de un incienso de forma invisible, este se colaba por la caja, entraba por la puertita levemente arrimada, que dio paso a que la demonio inhalara ese pequeñísimo aroma que ingresaba por su nariz. Quería que fuera más fuerte, sentirlo más, estiró los ojos y baba caía de sus labios rozando su mandíbula. Se transformó en pequeña para pasar desapercibido, evitando cruzarse a molestias a la vez que respiraba con una intensa brusquedad. Tal fragancia la llevó al cuarto de Giyuu, que sin permiso deslizó la puerta y la cerró con total cuidado, sin dejar de verlo. Amaba estar en ese cuarto, ya que se concentraba todo el olor, todo para ella.
Se transformó en adolescente por inercia, para acomodar su cuerpo con el suyo, así que sacó con una leve paciencia su frazada y se subió encima.
A pesar de su sueño pesado, el peso de Nezuko lo alarmó, y estiró sus ojos sorprendidos al verla.
Arrugo el entre cejo y la miro molesto—¿Vas a comerme demonio? —Se quedó en guardia, mientras miraba como a la oji violeta se le nublaban los ojos, sus pupilas se dilataban, y vio como el negro reinaba en su violeta, brillaban, y su rostro se ruborizaba, estaba rojo, no poseía o por lo menos el oji azul no veía intensiones asesinas.
Nezuko, por un acto de inercia se inclina, ahora sus senos se clavaban en su pecho, y su nariz no dejaba de olfatear su cuello, sus pieles se erizaron con el contacto. La mira de soslayo, no alcanza a verle el rostro, pues este estaba hundido en su cuello.Las manos femeninas llegaron a su propio cuello para cortar el hilo que sostenía su bambú.
Comenzó a lamer su cuello —Ese olor me encanta —Le dice sin dejar de lamer y chupar.
—¿Qué es lo que estas haciendo? —Preguntó sorprendido, pero más en shock estaba por la situación que pasaba.
Nezuko ahora era como un animal, ese perfume la sacaba de sus casillas, era como un iman, no podía controlarse—L-Lo siento mucho Tomioka-san, no se que me pasa—Llevó sus labios a su oreja donde le murmura —pero no puedo evitarlo.
Logró con esa cercanía que realmente quedara débil, con un cosquilleo en medio de sus piernas que no podía controlar. Nezuko se sienta, e intentaba presionar su feminidad, ya que esta le hacía cosquillas—Puedes hablar...
—T-tomioka-san... ¿Q-qué me sucede?—Giyuu se ruboriza al verla tan roja, tierna, y tan sumamente hermosa encima de él.
Se notan los signos de calor en el aire y en sus cuerpos —Estas en celo ¿No?—Ella no responde a su pregunta, pero si comienza a mover sus caderas, su vagina le pedía algo, pero no sabía que, esa sensación debía parar.
—Mmmh~ —Gime cerrando sus ojos al notar que algo duro rozaba con su feminidad calmando un poco su dolor.
—Bájate ahora —Le pide, debía frenar esa situación. Y comienza a sospechar que podía tratarse de la fragancia que debió quitarse antes de dormir.
—N-no quiero, no quiero, no quiero —Refuto como niña. Esos movimientos comenzaban a ser más fuertes, si ella seguía así su miembro explotaría en ese instante.
Giyuu trataba de encontrar un sosiego, pero no lo hallaba, Nezuko era su eclipse en ese instante. Se sienta guiado por sus impulsos, mira sus carnosos labios y sus respiraciones comienzan a agitarse con la cercanía, ella aún seguía sentada encima. El azabache lleva sus manos atrás de su espalda, ella lo mira a los ojos, y no pudiendo aguantar más se acercó y le robó un beso tierno, uno que Giyuu no dudó ni un instante en transformar en uno más osado moviendo más sus labios, metiendo su lengua dentro de su boca mientras recorre con sus manos la infinita espalda de ella, quien intentaba seguirle el ritmo, pero le era imposible.
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𝐒𝐞𝐝𝐮𝐜𝐞 𝐚 𝐇𝐮𝐧𝐭𝐞𝐫
Fanfiction✧ 𝐆𝐢𝐲𝐮𝐧𝐞𝐳𝐮, una fragancia que estimula a los demonios a cegarse por un deseo sexual, Giyuu fue rociado por este, y un demonio se guiará por sus deseos carnales más profundos.