Capítulo 5

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Bambú


El tiempo no parecía querer esperar a nadie, cuando ya la oscuridad se transformó en prosperidad, las campanas de boda comenzaron a sonar por todo el pueblo, tras la fría nevada de invierno recuerdos aterradores llegan a los Kamado aún si años habían pasado, viejos dolores regresan en forma de lágrimas, tranquilos desamores y un sin fin de enemigos que han desequilibrado sus vidas por completo siguen presentes en algún lugar de ellos. Pero ahora, todo había acabado, prefirieron ignorar las pesadillas y seguir adelante, excepto una persona.

El aroma a bambú embalsamaba absolutamente todo su cuerpo, y dejaba inhalar su nariz en busca de aquella fragancia porque por alguna razón, el bambú y la nieve son un vivo recuerdo de su primer amor, del único hombre que la ha querido realmente bien, que pudo haber sido correspondido, pero por los malditos lazos del destino sería por siempre imposible; ella era consciente que necesitaba avanzar, que él ya lo hizo, pero el no saber cómo se encontraba volvía loca su mente con preguntas por su bienestar, solo quería saber eso, si estaba vivo, si tenía familia, si es feliz.

Era rutina para Nezuko mal gastar tinta y hojas para escribir cartas que luego quemaba y no enviaba, Tanjirō había notado eso, pero no indagó más creyendo que quizás su hermana lo hacía como desahogo, le preocupaba también su desinterés en los hombres que intentaban cortejarla, ya tenía la edad para casarse pero aún así no lo ha hecho, lo que él no sabe es que ella no podía entregarse a un hombre que no fuera esa persona, porque aún si un anillo no demostraba su unión, la azabache solo sentía muy dentro de su corazón que lo estaba traicionando.

Hacia unos años atrás, las visitas con Urokodaki y aquel muchacho de cabello negro eran seguidas, y trataban de hacer cómoda, natural y sencilla sus encuentros con los demás, Giyuu y Nezuko hacían lo imposible por olvidarse, ella creía que todo lo que sucedió, para él no era más que algo insignificante, sin valor o digno de ser recordado, la oji rosacea no se atrevía a verlo a los ojos, pero si debía abrazarlo de vez en cuando para que nadie en su entorno sospechara, y odiaba tener que hacerlo, porque no está junto a él como desearía estarlo realmente.

Molesta a alguien más con tus sentimientos.

Sus encuentros se han vuelto efímeros hasta quedar en la nada con los años, desde que Tanjiro tuvo a su primer hijo, y Giyuu abandonó su hogar para irse a explorar el mundo, aunque esa era una excusa, ella sabe que se fue por todo lo que sucedió entre ambos, se hacía cada vez más difícil poder fingir que nada había ocurrido, por eso su distanciamiento.

Ahora en su actualidad, ella miraba a su sobrino algo triste, realmente no lo miraba, solo pensaba, luego sintió una mano tocarle el hombro, volteo asustada. —lo siento, no quería sorprenderte.—se disculpó Kanao. —quería agradecerte por atenderlos siempre.

—Está bien, —le sonríe—estar con ellos me hace sentir muy bien.

—Y verte humana a tu hermano le hace sentir bien, agradece todos los días estar vivo para verte.

—Lo se...

—Aunque ya tienes dieciocho y no te has casado aún, ¿por qué? Todos en el pueblo quieren tomarte de esposa.

—N-no exageres—enrojeció —, dos chicos no es "todo el pueblo".

—Tu hermano le gustaría también verte casada, oh, ¿sabías que el panadero se mudó a otro pueblo? Me pregunto ahora donde probaremos un pan tan delicioso como el de aquel hombre—suspira algo triste y al instante recuerda—por cierto, Tanjirō ha ido a ver a Tomioka-san.

—¿T-tomioka-san?

—Ha vuelto, él fue a verlo solo, él intentó buscarte pero decidió ir el solo. No sabemos por cuanto se quedaría.

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2020 ⏰

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𝐒𝐞𝐝𝐮𝐜𝐞 𝐚 𝐇𝐮𝐧𝐭𝐞𝐫 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora