Casada con el príncipe vampiro ⚰

Despertar

- Ey!  Despierta mujer dormilona - oí que alquien me reclamaba en mi sueño.

- Ummmm no crees que no deberías levantar a las personas - dije casi adormilada estrujandome los ojos.

- ¡Al parecer no me enseñaron eso! - volvió a gritarme otra vez con más  fuerza. Esta vez me acorde de algo de que había tenido un accidente.

- ¡Ahhhh!  ¿Quién eres? ¿Qué me paso? ¿No eres un demonio en busca de mi alma? - le pregunte intrigada.

- Eres estúpida o que,  no ves que estas viva por mi. Además no soy un demonio tonta; soy Kendall Foster - Que respuestas ni mas cortantes.

- Oye si eres supuestamente mi salvador,  porque no tengo nada en mi cuerpo si después del accidente tenia una pierna rota y una herida extremadamente abierta en mi abdomen lo cual perdí mucha sangre, ¿Explicame qué  rayos paso?  - le pregunte sin ninguna duda.

- Es por...  Porque te hicieron una cirugía y bueno lo taparon con láser para que no tengas marcas - me respondió con mucha arrogancia.

- Mmmm está bien, tengo mucha hambre,  ¿Me puedes traer algo? - * no le creo nada pero tengo mucha hambre y no pienso para nada*.

- Esta bien, la traeré y por cierto no te acerques a las ventanas - me dijo antes de irse de la habitación.

* Que hermosa habitación es estilo antigua,  el sofá es grande y la cama también parece como un cuento de estilo de vampiros*.  Me pare de la cama con mucha pereza hacia la ventana solo para desafiar al tipejo ese.

- Quisiera ver el clima que hace hoy y llamar a mi familia debe de estar preocupada - * Agarre las cortinas que tapaban las ventanas, desde una pequeña brecha salia el respaldor del sol lo cual me quemo la mano*.

- ¡Ayy!  Joder que mierda tiene ácido la cortina o ¿qué? - chille del dolor.

- Ey tú alejate rápido de la ventana - escuche decir atrás de mi. Así que hice lo que dijo solté la cortinas que tapaban las ventanas.

- Te dije que no te acercarás a la ventana eres tonta lo se - me reclamó * camino rápidamente hacia a mi para revisar mi mano herida*.

- ¡Deberías de no usar ácido en las cortinas mira como me queme la mano!  - le grité enojada.

- ¡Eres estúpida no ves que es el sol que te hizo daño!  - me gritó como respuesta.

- Estas loco como el sol me puede quemar los rayos ultravioleta todavía no están para hacer heridas asi - le dije mas calmada.

- No entiendes te explicaré después así que ve a comer la criada está aqui - hablo mas calmado.

Me dirige hacia la cama de nuevo,  habían unas criadas que caminaron hacia mi con una bandeja que solo tenia una copa de vino y pues dos tostadas.

- Su majestad aqui le traigo su comida - me hablo una de ellas,  esta tenia una sonrisa hermosa y bella físicamente. Y la otra era mas sumisa no tenia una sonrisa al parecer estaba enojada y bueno es una chica hermosa también,  acaso todos son hermosos aquí.

- ummm que rico pero huele a sangre - * me dije a mi misma al parecer el vino que vi en la bandeja fue lo primero que agarré pero este a probarlo estaba delicioso y olía a sangre lo cual esta muy raro creo que estoy mal del coco*.

-¿Qué es esto esto no es vino o si? - estaba esperando respuesta pero ninguna de ellas ,  solo bajaron sus cabezas y se fueron del lugar al parecer solo me respondió el chico arrogante.

- Eso es vino de alta calidad aprecia lo bueno,  Tonta - me dirigió la palabra desde el sofá grande de al frente de la cama.

- Ah que bien, no sabia que eres un experto en vinos llevas algunos 300 años en esto - le dije  sarcásticamente  en su cara.

Solo me miro no dijo nada, solo se quedo sentando en su sofá con la mirada pérdida al parecer estaba pensando.

- Oye ¿Eres el dueño de aquí? , también eres millonario y ¿Cómo me encontraste en medio de la oscuridad? - le pregunté para que me prestara atención.

- Bueno soy el dueño; esto era de mis padres. Soy millonario obviamente esta mansión es mía, y te encontré en medio de la oscuridad cuando me dirigía para acá - me hablo muy tranquilo,  su cara reflexaba que estaba ocultando algo.

- Esta bien gracias por todo te pagaré después pero me tengo que ir mi familia está preocupada - le dije sin ninguna expresión en mi cara. *me dirigía hacia la puerta de la habitación pero él  me detuvo*.

- Espera sabes no te puedes ir, porque ahora  eres mi esposa - hablo repentinamente mirandome fijamente en un tono de dominio.

- ¿Queeeee dijiste?  - le pregunte confundida y sorprendida *desde cuando me casé*.