5 FESTIVAL

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Hacía años que Kagami no iba a un festival de música en la playa, sin embargo sus amigos le convencieron de ir nuevamente.

Francamente era eso o quedarse en su solitaria casa un fin de semana viendo películas y comiendo, así que; música, amigos y playa era su mejor oportunidad para salir de la rutina.

Todos se alistaron y salieron algo apretados en coche, todo el camino en la carretera fue muy divertido, todos cantában las canciones que ponían aleatoriamente en el reproductor de música de este.

Llegaron al hotel por la noche y todos bajaron a tomar unas cervezas al bar, se dieron cuenta que el lugar estaba plagado de otros asistentes al festival, así que el ánimo del lugar era de diversión.

Toda la noche estuvieron platicando con personas que también asistirían al día siguiente.
Ahí Kagami conoció a un chico, al que el mismo se refirió como D, y el mismo T así le nombrarian sus amigos ya que este no quiso decirle su verdadero nombre.

Este chico parecía bastante simpático, fuerte, alto, moreno de cabellos azules que se perdían entre la oscuridad de la noche, pero nunca  le tiró la onda a alguno, tal vez porque íban acompañados de otros amigos y amigas.

La fiesta se extendió hasta la madrugada, hora en que se decidió ir a dormir para estar descansados.

Al día siguiente, alrededor de la una de la tarde todos ya estaba listos para el festival, no quedaba lejos del hotel así que caminando podría llegarse.

Pasaron horas bailando y cantando, pero francamente Kagami estaba cansado, así que decidió regresar al hotel a descansar.

Durante el camino de salida Kagami escuchó una fuerte voz, y sonrió al encontrar al chico D con sus amigos, le saludó y preguntó a dónde iba, diciéndole con una sonrisa medio arrogante que si quería compartir un último trago.

Algo en Kagami sabía que eso no acabaría después de un trago, lo sentía en el calor de su sangre, ¡Y
le encantó la idea!

Caminaron hasta el lugar más cercano donde comprar una bebida; brindaron por la "nueva amistad" que al parecer tenían.

—No podemos ser amigos si no se tú nombre "D"—

—Lo mismo digo chico "T"—

Ambos se presentaron y acabaron sabiendo sus nombres, Kagami Taiga y Aomine Daiki.

Sin esperarlo de inmediato el moreno le besó.

Cual adolescentes comenzaron a besarse apasionadamente delante de todo el mundo que, obviamente, ni les hacían caso.

Pero la sola idea de pensar que tanta gente los veía les excitó.

Las manos de moreno rodearon su cintura y las de Kagami rodearon su cuello.

—Busquemos otro lugar— le dijo Kagami mientras sentía la rodilla del moreno colándose entre sus piernas.

Prácticamente corrían por el lugar buscando algo íntimo para pasar el rato. Dieron con un paraje donde varios grupos descansaban sentados en la arena.

Buscaron la parte más alejada y detrás de un árbol continuaron con el beso apasionado que habían puesto en pausa apenas unos minutos antes.

A los pocos segundos las manos del moreno comenzaron a jugar con sus muslos y fueron subiendo poco a poco hasta llegar a el pecho del pelirrojo y las manos de Kagami hicieron lo propio en su entrepierna.

Al tocar su miembro casi erecto, sintió como su erección se endurecía y mojaba, solo podía pensar en lo bien que se sentiría tener sus dedos dentro de su culo, así que retiro su mano de su pecho y la guío para que entrara por la comisura de su pantalón.

Los dedos del moreno se deslizaron dentro de su culo e inmediatamente su pene se puso aún más duro, así que Kagami metió su mano dentro de su ropa, lo tomo y comenzó a apretar y jalar.

Tan excitados estaban que no pararon de besarse, concentrándose en sus genitales. Llegó un punto en que lo que más deseaba Kagami era tener el miembro grueso y largo de Aomine dentro de sí, así que desabrocho el botón, bajo el cierre y saco el miembro del  pantalón del moreno. Lo tomo con firmeza entre sus manos gimiendo al ver de hecho lo grueso y largo que era.

Kagami nunca creyó que haría eso, bajo sus pantalones, se inclino y dejo que le penetrara bajando a penas su ropa interior, porque algo aún en el se resistía a desnudarse casi por completo.

Daiki le tomaba por las caderas embistiéndolo, al poco rato pareció cansarse así que apoyó su cabeza en la espalda y comenzó a acariciarle todo con sus manos; a pesar del calor él parecía estar bastante fresco, así que el contacto de sus manos frías contra su cuerpo caliente le excitaba aún más.

La brisa del mar y el olor salado les invadía, una sensación que no sabrían explicar.

Aomine paro unos segundos, las  respiraciones de ambos estaban muy aceleradas.

Aomine no pudo evitarlo más y volteó al pelirrojo, besandolo nuevamente hasta perder el aliento. Lo acercó a su cuerpo tomándolo nuevamente por la cintura, poco a poco su mano bajó hasta uno de sus muslos y lo subió hasta que rodeó su cintura, de un pequeño salto su otra pierna hizo lo mismo.

La espalda de Kagami estaba recargada en el árbol cuando comenzó a penetrarlo nuevamente; Aomine apoyo los brazos de este en sus hombros y de ahí aprovechaba para subir y bajar, controlando la frecuencia de las penetraciones.

Al principio Aomine se tomó del árbol, pero después optó por tomarse de las nalgas grandes y suaves ayudando a marcar el ritmo, sentía que iban a perder el equilibrio y caer, pero no fue asi.

En cierto punto ambos se cansaron y esperaron mientras las caderas del pelirrojo se movían hacia adelante y atrás con lentitud, al principio pareció ser solo un movimiento temporal, pero poco a poco se fueron poniendo más calientes.

El roce de sus cuerpos se hizo más intenso cada vez, dedicándose por largos minutos a restregarse el uno al otro mientras Aomine seguía dentro de Kagami y a diferencia del orgasmo que creyo que iba a tener, su cuerpo fue recorrido lentamente por el placer.

No fue algo explosivo, más bien fue algo lento que duró mucho tiempo, ¡Le encantó! pero no era algo que estuviera dispuesto a admitir en ese momento.

Después de terminar, se vistieron, uno más avergonzado que el otro y se dirigieron al hotel, entraron en el cuarto del moreno por petición de este y continuaron sin poder evitarlo dentro la regadera. Fue corto pero intenso, ambos quedaron extasiados y tuvieron que ir a la cama a descansar, pero al llegar mirándose a los ojos se besaron y comenzaron a toquetearse nuevamente.

Kagami no amaneció solo en su cama, sin señales de haber dormido pero extrañamente descansado.

Quien iba a decir que diez años después Aomine se casaría con ese intrépido pelirrojo que le diera uno de los mejores sexos de su vida y todo por haber aceptado ir a ese estúpido festival al que su hermana Satsuki le obligará a ir

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Quien iba a decir que diez años después Aomine se casaría con ese intrépido pelirrojo que le diera uno de los mejores sexos de su vida y todo por haber aceptado ir a ese estúpido festival al que su hermana Satsuki le obligará a ir.

Fictober AoKaga (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora