29 CONEJO

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Humillante.

Esa era la sensación que Kagami Taiga sentía recorrer cada poro de su cuerpo.

Se vengará de alguna forma de su diabólica entrenadora, lo haría.

Así que por ahora tenía que aguantarse andar por ahí con ese ridículo traje todo por una buena causa, si; estaba bien si era por el equipo, si estaba bien ¡Pero esa no era la manera!

Kagami vestía un shorts, si a esa cosa se le podía llamar así; los cuales sentía se le metían donde no debían, solo un saco que dejaba ver toda su espalda y unas medias ¡Además de unos espantosos tacones!

Cómo rayos le habían hecho para conseguir uno de su talla... ¿Quien sabe? Pero hasta de marca era.

Y para rematar la humillación, unas orejas de conejo ¡Conejo!

El tema que tenían en el gimnasio era un café animal y cada integrante llevaba uno algo sugerente.

Kuroko era un gato, Kiyoshi un oso, Furihata; pobrecillo no pudo huir del de un perro y así varios animales más. Claro si se le podía llamar así a esa poca ropa que nada tenía que ver con un animal mas que por las orejas.

Todas las escuelas estaban el evento y no hacía falta decir que había recibido un buen de burlas al por mayor de todos, sobre todo del imbécil de Kise, que hasta rojo se puso por ello.

-¡Kagami! Ve a la sala del club, no aparecen las servilletas-

-Como sea...-

-¿Que dijiste Bakagami?-

-A... A la orden entrenadora-

Kagami se dirigió al lugar, estaba a unos pasos fuera, pero le alegraba hacerlo y así dejar descansar un poco aunque fuera sus pies de esos tacones.

Llegó a la sala y sin miramientos nada más entrar lanzó las orejas de conejo a un lado.

No llevaba ni dos pasos cuando escuchó el clic de la puerta.

Una presión en el ambiente hizo se detuviera en su lugar sin dar la vuelta. Escalofríos le recorrieron la espalda desnuda en cuanto sintió un par de dígitos recorrerle la piel.

-Pude ver la mirada depredadora de un par de tipos ahí adentro- escucho - Y de varias mujeres que no dejaban de suspirar por tu piel desnuda-

Su rostro se coloreo al reconocer la voz, aunque ya con solo el aroma que invadió el pequeño lugar había sido suficiente para reconocer de quién se trataba

-Sabes muy bien que no podía negarme- respondió caminando hacia una banca.

Aún de espaldas se agarró de la banca, agachándose para llegar a la correa de uno de los tacones, pero se detuvo.

-No... Dejatelos-

-Estas loco Ahomine, me duelen los pies-

Kagami se molestó casi nada la verdad y quiso encarar a su pareja pero unas manos en sus caderas le detuvieron. Pronto sintió algo duro presionando en sus nalgas, sonrojadolo y excitandolo.

-Ahhh... N-No se puede Daiki, aquí no-

A Aomine no le importó, si por eso había cerrado con llave y puesto afuera un letrero amarillo.

Amasó deliciosamente ese par de nalgas cubiertas por el shorts negro, lentamente sus dedos pasearon hasta la piel desnuda hasta el inicio de las medias.

-Te vez tan sexy Taiga- le dijo, dando pequeñas estocadas por encima de la ropa

El pantalón apretaba en su erección, había hecho hasta lo imposible por no lanzarse cual bestia a su pareja en cuanto lo vio con esa ropa y justo cuando pudo obtuvo una oportunidad.

Fictober AoKaga (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora