Prólogo

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NT: Bien, este es un proyecto que me lleva comiendo la mente desde hace bastante tiempo, Kimetsu no Yaiba lleva bastante desde que acabo su emisión y estoy lo suficientemente preparado con respecto al manga para esto. Sobre todo porque no encuentro buenas historias (deja tu lo buenas, no hay historias) para este tipo de relato (bueno, si que hay varias que están buenas), así que para calmar las voces de mi cabeza, escribiré una propia ;3

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Como una escena panorámica podemos apreciar un valle destruido, con la zona desolada vemos a dos chicos bastante mal heridos mirando a su contra parte, no hace mucho que el chico con cabello rubio destruyo las cárceles dónde el chico con cabellera negra y mirada de psicópata encerró a las grande bestias con cola, el movimiento fue correcto, pero no gratis, por un segundo tarde fue empalado por su enemigo y no importa su monstruosa resistencia, su vitalidad imprescindible o la mitad de su amigo en su espacio mental como apoyo, ser atravesado por un rayo no es cosa sencilla.

Nadie podía negar la participación del rubio en la guerra que se libro, pero el mismo rubio lo sabía muy bien, no estaba en su mejor momento, fue prácticamente toda la guerra que el lucho sin descanso alguno (a excepción de las veces que casi moría), incluso mucho antes de que empezara ya tenía el tiempo encima, así que, si esperaba ganar esta última pelea lo primero que tenía que hacer era cortar ese suministro inagotable de chakra y lo hizo, así, llegamos a este punto, las bestias ya estaban en el, aunque inconscientes y Kurama como último soldado en pie decidió dar lo último de su chakra antes de quedar fuera.

Así con un último grito de guerra ambos se lanzaron con sus técnicas respectivas, años de entrenamiento y de sufrimiento, se vivieron en ese último golpe, no se sabe por qué de repente una lágrima especial se abrió tragando a los dos inmediatamente, el rubio reaccionó de prisa, si, ese chico uchiha era su enemigo, pero también su hermano y a diferencia del peli negro el no deseaba que muriera, por lo tanto lo tomó y lo lanzó fuera del radio de succión, dando la última mirada a su tierra desapareciendo mientras todo los que veían está escena se mostraban incrédulos, así para ellos murió Naruto Uzumaki, el gran héroe de la gran cuarta guerra ninja.

Sin embargo, para el joven rubio su vista era diferente, para empezar no murió, solo estaba flotando sin ninguna dirección hasta que fue absorbido por otro agujero igual al que se lo llevó, al salir vio que estaba en caída libre a una montaña dónde los árboles le dieron un paliza mientras descendencia, al final aterrizó sobre una cuerda que activo un serie de palos que lo acribillaron en el suelo, el chico solo dio un un quejido por lo bajo para terminar perdiendo la conciencia.

Por otro lado, un chico pelirrojo que corría por el lugar oscuro sintió un perturbación en el olor de la trampas a la vez como uno nuevo que salió de la nada, al principio pensó que se trataba de un demonio pero desecho esa idea al no oler el olor a sangre o algo putrefacto sobre el. Así, se fue acercando hasta encontrar a un chico rubio con una llamativas ropas de color naranja aunque muy desgastadas, pero lo que más le llamó la atención fue que le faltaba la mitad de su brazo derecho, si antes se acercó con duda, ahora se aclaró al ver que no regeneraba su extremidad, lo alzó y cargando al chico, el pelirrojo continuo bajando como lo hacía antes, sería bastante difícil, pero tampoco dejaría que un chico muriera en esta montaña o dejarlo para que termine como alimento de demonios. La noche estaba por terminar y no se iba rendir por algo como esto.

El tiempo pasó y la mañana apenas se alzaba. Así mismo, una persona que por su cabello y manos delatan una edad adulta, con una máscara tengu que no permite ver su rostro, en el piso una chica que lleva un pedazo de bambú el la boca aún mientras esta se encuentra dormida.

La mañana era tranquila y mientras el viejo tengu cubría con una manta a esa señorita la puerta de la entrada se abrió lentamente para dejar ver a dos chicos bastante mal heridos.

Naruto en Kimetsu no YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora