Naruto en Kimetsu no Yaiba

Capítulo 6

NT: Una vez más estamos aquí y se que ya pasaron más de dos semanas de la última parte que publique y eso tiene una explicación simple, que se las relataré (para quien quiera, no es obligatorio) al final del capitulo, donde te daré un resumen de mi pequeña odisea, sin más, los dejo ;3

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- Saben, este uniforme no es del todo malo, es ligero, sin mencionar que no había utilizado mi capa desde que salí del monte  Myōboku y como ustedes no me dejan llevar mi banda en la cabeza lo llevaré como cinturón, y de eso no hay cambio de opinión.
- Eso es mejor a que la lleves en la frente, en el lugar de donde vienes tal vez sea normal, pero aquí es muy raro, nadie se pone eso en la cara. Por cierto, tu capa es muy bonita.
- Gracias Nezuko, tenía otra que era de color rojo, pero esa si que quedo hecha pedazos, tu haori también es muy bonito-terminó de decir mientras se ajustaba su bolso de kunais en su muslo derecho.
- Gracias, pero tienes razón este uniforme es muy ligero y me deja hacer mis movimientos sin complicaciones.
- El uniforme de los cazadores está hecho de una tela especial -dijo Urokodaki sentado cerca del bracero apagado mientras miraba a los tres chicos vestidos- tienen buena permeabilidad al aire y al agua pero también es muy resistente al fuego, las garras y los dientes de los demonios más débiles no podrán ni siquiera rasgar el traje. 
- ¿Tan bueno es? -preguntó Tanjiro al aire mientras tomaba su su uniforme ya puesto.
- Tiene que serlo, sino me sentiría estafado.

Ya cuando todos estaban al frente, Urokodaki se levantó y vio a su aprendices de frente, les dio una aprobación silenciosa que los tres respondieron de la misma forma que su maestro para marcharse de aquella pequeña casa horas antes del amanecer. Cuando llegaron al pueblo apenas comenzaban a aparecer los primeros rayos del sol cuando Naruto paró de caminar incluso antes de entrar al pueblo.

- ¿Qué pasa Naruto, por qué te detienes?
- Sentí algo raro, lo voy a revisar, pero ustedes continúen, sea lo que sentí estuviera mal o no, es mejor cubrir más terreno, yo los alcanzare más tarde.
- Esta bien, pero si algo ocurre no dudes en llamarnos.
- No te preocupes Tanjiro, les diré si algo pasa.

Con eso Naruto desapareció dejando unas cuantas hojas volando en el lugar donde estaba, por su parte los hermanos siguieron su camino normal viendo y saludando a toda persona que se cruzaban en su andar hasta que vieron pasar a un chico bastante alterado, con múltiples moretones y algo de sangre ya seca en las comisuras de sus labios, observando para todos lados, empujando a la gente que se le cruzaba en medio. Los chicos solo vieron con algo de curiosidad ese comportamiento pero sin detener su camino, eso hasta que pasaron junto a un grupo de personas donde pudieron escuchar algunos de sus murmullos.

- Kazumi-san se ve devastado...
- Si, me entere que el estaba a lado de Satoko cuando fue raptada.
- Es tan inquietante que esto suceda cada noche.
- Si, odio esto...siempre después de que cae la noche, chicas jóvenes son raptadas de nuevo.
- Hermano...
- Lo se, Nezuko -dijo mientras los dos asentían y Tanjiro daba un paso al frente- ¡Kazumi-san! -gritó haciendo que el mencionado lo volteara a ver- me gustaría preguntarte los detalles de tu situación, ¿puedo?

Este al ver al par de hermanos solo asintió y les pidió que lo acompañaran a un sitio, al llegar se detuvieron en una calle sola donde el caminó un poco más hasta detenerse y señalar un punto.

- Aquí fue donde desapareció, Satoko estaba justo en este lugar, pero de seguro no me creen...
- ¡Te creemos! -dijo Tanjiro de manera inmediata- ¡¡creemos en lo que has dicho!! -volvió a decir para tirarse al suelo y comenzar a hacer su investigación- "yo le creo, a pesar que hay un poco de olor a demonio aquí, parece que hay algo mas que esta mezclado con el, es muy extraño".
- "¿...Qué sucede con este tipo? ¿exactamente que esta haciendo?".
- No te preocupes por el -agrego Nezuko al ver la mirada que le estaba dando a su hermano, sabía que su hermano podía ser un poco raro, aunque ella lo admitía muy a regañadientes- mi hermano tiene muy buen olfato, si quieres que encontremos a Satoko, el que debe buscarla es mi hermano.