Naruto en Kimetsu no Yaiba

Capítulo 12

Bien, bien, muy bien, eh de decir que llevo viciado a lol a un punto casi enfermizo, pero meh, que es de la vida sin unas buenas viciadas.

Aún así, eso no es pretexto para dejar de escribir, y lo sigo diciendo, es muy satisfactorio escribir los capítulos, aunque aveces no se cómo desarrollar algunas escenas sin quedarme bloqueado, sin más... los dejo ;3

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- Que molestia, un montón de insectos...en verdad los odio...

Fueron las palabras que escucho Tanjiro al ponerse de pie después de darse cuenta de que Naruto lo había lanzado a la habitación para aligerar su situación en su pelea, vio que a diferencia del pasillo estrecho donde estaba antes, ahora que veía, la recamara era bastante amplia y a decir en su opinión personal, incluso más amplia que su casa en las montañas. Aunque todo eso se corto cuando escuchó el sonido de otro tambor, aunque este claramente sonaba distinto, donde Tanjiro estaba esperando el ataque que antes había hecho, pero esta vez sintió que todo giraba golpeándose contra el nuevo piso.

Al ponerse de pie una vez más, se maldijo internamente al no recordar que el demonio que estaba delante de él podía hacer eso, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por otro zarpazo que esquivó nuevamente para volver a volar por la habitación y terminar parado en el techo mientras veía al demonio estar al reverso de él.

Aunque todo eso se quedó en su mente a la vez que volvió a saltar a un lado de la habitación casi instintivamente cuando escuchó la melodía del tambor esquivando donde su haori fue un poco desgarrado por los cortes, saltando por todos lados esquivando los cortes además de lidiar con los cambios de posición de la recamara donde Tanjiro saltaba cada vez más rápido importándole muy poco las situaciones donde no podía aterrizar bien y simplemente se golpeaba contra las paredes o con la pedacearía y escombros de los muebles destruidos por toda la habitación.

- "Lo estoy entendiendo, el tambor de su hombro derecho cambia las cosas a la derecha, mientras que su tambor izquierdo cambia las cosas a la derecha" -pensó Tanjiro mientras se golpeaba contra otro mueble y volvía a esquivar- "la pierna derecha mueve las cosas hacia delante, mientras que el tambor de su pierna izquierda lo hace hacia atrás, lo que deja al tambor de su estomago para los ataques de garras".

Pero, aunque Tanjiro por fin puedo descifrar como es que el demonio delante de él lo atacaba, sus problemas se complicaron un poco mas cuando en un giro un poco más rápido de lo normal no pudo dar sus pasos bien terminando sobre un mueble clavándose un gran pedazo de madera en su muslo derecho soltando un pequeño grito de dolor. Pero claro que su dolor no le interesó al demonio que volvió a golpear el tambor de su estómago obligando a Tanjiro a volver saltar solo con una pierna.

- "¡¡¡Guu~~~!!! ¡¡mi pierna me duele muchísimo!! ¡y cada ves se vuelve más rápido, la velocidad de giro y ataque apenas puedo seguirle el paso! ¡todo es muy intenso!" -gritó internamente a la vez que intentaba volverse apoyar en su pierna atravesada y fallar al resentir el dolor aguantando las ganas de volver a gritar- "no, no, no, mi pierna no deja de sangrar, aunque Naruto dibujo un sello en mi espalda para no tener que sangrar por mucho tiempo y evitar que mis huesos se rompan con tanta facilidad, pero esta vez creo que no consideré los límites del sello" -en eso se volvió a escuchar la melodía de un tambor obligando a Tanjiro a moverse sin su consentimiento y tropezando otro poco más- "tranquilo Tanjiro, recuerda que eres el hermano mayor, puedes aguantar, todo esto lo haces por ser el hijo mayor, ¡aguanta!".

Con eso, Tanjiro volvió a ponerse de pie tratando de colocarse en una de las posturas para acercarse de forma tan rápido como pudo y obligar al demonio a dejar de tocar sus tambores, pero al intentar realizar su muslo que aún goteaba un poco de sangre rugió de dolor impidiéndole colocarse correctamente y dándole tiempo al demonio delante de el volver a girar la recamara para que Tanjiro volviera a caer sobre otro mueble destrozándolo que eran uno de los pocos que seguían intactos arrojando muchas hojas por los aires.