Mi príncipe sapo

Capítulo 7

Ese día me desperté temprano, había dejado cargando mi celular, preparado lo que me pondría ese día. Algunas golosinas, una botella de agua, por si nos demoramos en comer algo. No sabía a dónde iríamos, así que quería estar preparado por si acaso.
Después de ducharme, vestirme y luego desayunar, salí rumbo a la oficina. Por alguna razón me sentía con mucho ánimo.

Bueno...si lo sabía. Tenía muchas ganas de llegar al trabajo, para ver a Dante. Estoy loco, lo sé, pero él me gusta mucho.
Salí de casa y tomé el autobús que me dejaba a dos cuadras del trabajo. Al llegar, me dirigí rápidamente a la oficina.

Mientras esperaba a que llegara mi jefe, me dediqué a ordenar un poco, revisé el baño privado que se encuentra a la izquierda del escritorio de mi jefe, me fijé que estuviera todo en su lugar.

Limpié el espejo, ordené la toalla y puse un poco de desodorante ambiental solo para darle un pequeño toque.

Estaba ya saliendo del baño, cuando me encuentro de frente a mi jefe, quien se me quedó viendo de arriba a abajo un par de veces. Yo, me llevé un tremendo susto; porque no lo escuché cuando entró en la oficina. Di un pequeño grito y me llevé una mano al pecho. No sé qué cara habré puesto, pero el señor Villalba comenzó a reírse.
* wow...sé que no soy el hombre más guapo del mundo...pero, tampoco es para que te asustes de esa manera.

+ Sí...lo siento, lo siento. Usted tiene toda la razón. Pero es que no sabía que ya estaba aquí y me sorprendí. Disculpe.

* ...eso significa que te parezco atractivo?

+ Claro, aah...Las palabras se quedaron atoradas en mi garganta, cuando me di cuenta de lo que acababa de decir. Mi rostro estaba rojo de la vergüenza, agaché la cabeza, no me atrevía a mirarlo de nuevo.

*Ya, no te preocupes. Estás listo? Pronto vamos a salir, tenemos muchos lugares que visitar.

+(No podía estar más agradecido de que no le diera importancia a lo que yo acababa de decir).

Disculpe...pero, a dónde iremos?

* Vamos a recorrer los puntos de venta de nuestros productos. Así que, apenas estés listo, toma tus cosas (me miró de pies a cabeza, otra vez, de una forma tan intensa que me hizo sentir más nervioso y más pequeño de lo que soy) y nos vamos. No sé si volvamos a la oficina.

+ Cla...claro señor Villalba...ya estoy listo. Debo llevar algo en especial?
* No. Sólo tu agenda, para que tomes nota.

Del susto que me llevé en un principio, no me había dado ni cuenta de lo guapo que se veía vistiendo de esa forma más relajada. Wow...qué hombre! Tuve que hacer un gran esfuerzo para que no se me cayera la baba.