sombras

Asi empieza todo

Salí del instituto. Mientras andaba por las calles de Alicante, el viento me acariciaba la cara suavemente.

Entré en casa de mis abuelos, pero recorriendo el pasillo escuche algo, un murmullo, pensé que serían los vecinos y seguí.

Entré en el ascensor. Era un ascensor viejo y pequeño. Entonces escuché otro murmullo, tenia piel de gallina en ese momento.

No escuchaba bien lo que decían, pero me asustaban un poco.

Menos mal que llegó el ascensor porque si no habría empezado a gritar como una loca.

Entré en casa de mis abuelos, le di dos besos a mi abuela, pero no pude saludar a mi abuelo.

Estaba muy enfermo y necesitaba descansar.

Mi padre llegó para recoger me. Cuando pasé por el pasillo que conducía a la puerta de salida del edificio, me asuste un poco, pero no volví ha escuchar nada, sin embargo cuando abrí la puerta y mire hacia atrás una sombra se escondía en las escaleras.

Cerré la puerta de golpe y me fui corriendo al coche.

Al llegar a casa y encerrarme en la habitación comprendí que lo que había pasado no era mi imaginación, aquello era real.