sombras

Capitulo 11

Quien me llamó, lo hizo sorprendentemente desde comisaría. No me lo creía, podrían haber cogido al asesino, pero sin embargo, pasó desapercibido. Colgué agotada, demasiadas sorpresas en un solo día.

Por fin llegaron mis padres de comprar. Explique lo que me dijeron sobre el abuelo, lo de la llamada y el asesino era cosa de Nuria, Jose Luis y mía, nadie mas debía saber lo que pasó los anteriores días.

El lunes llegó, con él la gente cotilla que preguntaba sobre el asunto a todas horas. La verdad es que me sentía especial, todo el mundo me prestaba atención. Incluso por un momento pensé en contar todo lo que sabía, por suerte apareció Nuria diciendo que no podía contarlo a nadie, no podíamos arriesgar sus vidas.

Al salir del instituto, costó bastante despegar a esas lapas curiosas de mi y de mis amigos, pero cuando se fueron, todo quedó perfecto para poder hablar sobre los nuevos acontecimientos. Conté lo de la llamada y las noticias que trajeron los policías. Jose Luis se sorprendió mucho, pero Nuria no, ella escribe historias policiacas, donde investigan asesinatos y otros casos, por lo tanto, ella ya estaba acostumbrada a escuchar cosas así.

Llegamos a casa de Jose Luis, se despidió y se fue. Después pedí opinión a Nuria sobre lo de mi abuelo de camino a su casa.

Ella cree que mi abuelo fue asesinado, piensa que tuvo un muerte lenta y dolorosa, el asesino le extrajo toda la sangre que encontró en sus venas secando lo y arrugando lo mas de lo que estaba.

Nuria podía llegar a ser realmente siniestra, pero la verdad es que todo aquello encajaba y me hizo pensar que tenia razón.

Llegamos a su casa, nos miramos, todo era tan extraño no sabíamos que estaba pasando, ni como terminaría y lo que menos sabíamos era que teníamos que hacer para impedir que muera mas gente inocente, porque por alguna razón, nos sentíamos culpables cada vez que pasaba.

Cuando ella se metió en el portal, yo seguí caminando hacia casa de mi abuela. Se abrió la puerta y allí estaba, el pasillo en el que todo comenzó. Me quedé parada, pensando, apoyada en la puerta del edificio de la casa de mi abuela, mirando el suelo del pasillo, cuando oí un extraño ruido que me hizo alzar la cabeza y ver una sombra que bajaba por las escaleras.