Capítulo 16

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Me desperté, estaba tumbada en un hospital, no sabia que hacia allí y tampoco recordaba nada que causara mi entrada. Una enfermera entró en la habitación, dejó comida y se fue con una leve sonrrisa en su rostro. Seguidamente entraron mis padres y me explicaron todo lo que me había ocurrido. No tenia nada grabe pero al perder el sentido después de que la puerta del baño se abriera tuvieron que llevarme corriendo al hospital.

Después de que me lo explicaran todo volvió a mi mente y con eso llego una pregunta esperada de mis padres "¿Que te pasó?" no sabia que decir así que respondí un simple "lo siento, no puedo recordarlo".

Mis padres se lo comentaron al médico y su teoría era que lo recordaría en unos días, pero que también existía la probabilidad de que nunca mas lo recordara, lo bueno de nuesyo cerebro es que lo malo normalmente lo desecha, aunque no siempre funcionaba pues yo ya sabía lo que me había pasado.

Me comí la comida que había dejado la enfermera. Estaba asquerosa, siempre he odiado la comida del hospital. Me quedé dormida en mi cómoda camilla, recordando lo ocurrido y al despertar sentí que un liquido caliente se deslizaba por mi mano. Miré que era lo que provocaba la salida de aquel líquido y me encontré con una palabra muy rara clavada en mi piel. Entraron mis padres para despedirse, tenían que ir a trabajar y como no me pasaba nada grave decidieron marcharse.

Me tapé la herida rápidamente ahogando en mi interior una mueca de dolor y viendo como mis padres marchaban con una sonrisa disimulada. Me quité a manga que cubría mi reciente herida y leí lo que ponía "curssh". Me quedé pensando que signifiaba, pero aun así no descubrí su significado.

El doctor entró con mis padres y la enfermera. Estaban todos muy sonrientes, así que suponí que eran buenas noticias. Aun resoplan en miente las palabras que permitirían mi salida del hospital "traemos buenas noticias, hoy, por la tarde si todo esta bien, saldrás del hospital".

La herida ya se me estaba curando, pero como me la hicieron muy hondo, la palabra quedaría grabada en mi piel convertida en una cicatriz.

Todo estaba bien y pude salir, pero lo que no sabía es que al llegar a casa, una sorpresa, no muy agradable, aguardaba a ser descubierta...

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