Capitulo 9

344 22 7
                                    

Me agache para ver que eran aquellas manchas. Una chica estaba tendida en el suelo boca arriba. Un fino chorro de sangre caía sobre la pálida piel de su mano. Me acerque mas a ella, reconocí el castaño pelo de mi amiga Marta y no pude evitar llenarme de rabia, Marta era una gran amiga, con la que pude confiar y pasarlo bien, pero ya no podía hacer nada. Observé la pared, había un mensaje escrito con rojo. "Esto solo acaba de empezar ".

Me asusté mucho y fui corriendo al ascensor. Entré a casa de mi abuela y en la cocina, donde antes me había encontrado con los policías, empecé a hablar. Expliqué todo lo que había visto con puntos y comas. Los policías bajaron por las escaleras, no iban muy rápido, pues no se lo acababan de creer.

Miraron abajo de las escaleras y quedaron estupefactos. Allí estaba Marta, pálida y con la sangre cayendo de su mano, pero había algo que faltaba. El mensaje se había evaporado por arte de magia. No dije nada sobre la desaparición, si no que mentí diciendo que todo estaba así cuando yo lo vi.

Llegué a mi casa, triste y desanimada. Mis padres ya sabían lo que había pasado porque uno de los policías llamó a casa para avisar. Me acosté en la cama de mi habitación. Mi móvil estaba lleno de mensajes. Ya se habían corrido los rumores en el instituto, y el lunes al llegar, seguramente me molestarán todos. Yo ya lo tenía claro todo, a los únicos a los que lo contaría serian Nuria y Jose Luis.

Sábado, ayer algo o alguien mató a una de mis mejores amigas y puede que también a mi abuelo. Mis padres fueron a comprar y me quedé sola en casa esperando a que volvieran.

El teléfono empezó a sonar. Fui corriendo para ver quien era, pero nadie contestó. Volvió a sonar, dudé un poco antes de cogerlo, me daba miedo que alguien me dijera que iba a morir en tres días o algo por el estilo. Me armé de valor, agarré el teléfono y contesté.

sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora